El coronavirus se ha cobrado otra víctima en el sector del automóvil. La organización del Salón Internacional del Automóvil de Nueva York anunció este martes que ha decidido posponer la celebración de la muestra hasta finales de agosto y principios de septiembre por el brote epidémico COVID-19. La decisión de los organizadores se produce pese a que el pasado 3 de marzo se habían comprometido a abrir sus puertas en su fecha original, el 8 de abril.
A diferencia de otros salones, la muestra automovilística de Nueva York ha optado por retrasar las fechas de celebración en lugar de la cancelación, como ha sucedido en el Salón del Automóvil de Ginebra y el Mobile World Congress.
"Estamos tomando esta extraordinaria medida para ayudar a proteger del coronavirus al público, los exhibidores y todos los participantes", expresó en un comunicado Mark Schienberg, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Nueva York, encargada de la organización del evento.
Más de un millón de visitantes
En 2019, más de un millón de personas visitaron el evento, entre ellas casi 6.300 periodistas, procedentes de 56 países de todo el mundo. Estaba previsto que durante las dos jornadas para los medios unos 18 fabricantes celebrasen ruedas de prensa y que se presentasen más de 50 novedades mundiales.
El anuncio del Salón Internacional del Automóvil de Nueva York se produce pocas horas después de que General Motors (GM), el mayor fabricante de Estados Unidos, decidiese suspender la presentación de su nuevo vehículo eléctrico de lujo, el Cadillac Lyriq, por el brote epidémico. GM tenía previsto presentar el vehículo, considerado clave para la marca de lujo de GM, el 2 de abril en Los Ángeles.
Estas medidas forman parte de los planes de contingencia que han puesto en marcha las empresas del sector del automóvil, que incluyen también el establecimiento de un puente aéreo con China para garantizar el suministro de componentes.
