La industria del motor parece vivir una suerte de carrera de resistencia en plena curva de incertidumbre. Esta última semana,coincidiendo con el GP de F1 de Barcelona, ha estado marcada por un auténtico cambio de pilotos en el cockpit de algunas de las principales estructuras del sector. Un nuevo CEO para Stellantis, relevos en la cúpula de Sernauto y Ganvam, y el retorno de Elon Musk al volante total de Tesla son solo algunas de las señales de que la transformación del ecosistema automovilístico no solo se libra en la ingeniería o la electrificación, sino también —y quizás sobre todo— en el liderazgo. A todo ello se suma una sentencia judicial que recuerda que las trampas del pasado todavía pesan en el presente.
La industria del automóvil global se parece cada vez más a una carrera de relevos donde los pilotos cambian y donde tienen que conducir con muchos factores en contra, incontrolables e imprevistos. Filosa, Musk, Pujol, Mera... Cada uno encarna una apuesta por nuevos liderazgos, con estilos y trayectorias distintas, pero con un nexo común: la urgencia de adaptarse a un entorno que ya no perdona errores, ni fraudes, ni inercias.

Antonio Filosa, CEO de Stellantis, en su etapa en Jeep
1. Antonio Filosa: el relevo esperado (y necesario) en Stellantis
El nombramiento de Antonio Filosa como nuevo consejero delegado de Stellantis cierra un interregno que se prolongaba desde el abrupto cese de Carlos Tavares en diciembre de 2024. Aunque su designación es continuista, en realidad representa un giro sutil pero relevante: un perfil joven, con ADN Fiat y con una visión americana que parece destinada a reconectar al grupo con los beneficios perdidos al otro lado del Atlántico.
Filosa es un ingeniero con un pie en Turín y otro en Detroit. Ha gestionado desde camiones hasta Jeeps, y ha vivido de cerca el derrumbe de Chrysler y el renacimiento de Fiat. Su reto no es menor: recuperar los márgenes de rentabilidad tras un desplome del 70% en el beneficio neto en 2024. Pero más allá de cifras, Stellantis necesita recuperar alma. Y ahí es donde Filosa, como antaño Marchionne, puede ofrecer más que gestión: identidad, según el análisis de Sergio Piccione.Su rápida visita a la planta de Vigo, y su apuesta por proyectos como CustomFit, sugiere que el nuevo piloto no se limita al libro de ruta heredado. Busca diseñar uno propio.

Donald Trump con Elon Musk junto a un Tesla / X POTUS
2. Elon Musk vuelve al volante: adiós a Trump, hola Tesla
En paralelo, otro piloto, aunque de un tipo muy diferente, ha decidido volver al núcleo de su circuito. Elon Musk se baja de la administración Trump y se reincorpora al liderazgo operativo de Tesla y sus satélites tecnológicos. Si su incursión política fue un experimento de alto voltaje —como sus coqueteos con criptomonedas o redes sociales—, su salida ha sido igual de abrupta: "Creo que ya hice suficiente en política".
La retirada se produce en medio de rumores sobre su posible reemplazo al frente de Tesla, y tras el fracaso parcial del proyecto DOGE para recortar el gasto público. El mensaje es claro: Musk vuelve a lo que mejor se le da, aunque eso implique alejarse del juego de poder en Washington.
El regreso no es casual. Tesla afronta una creciente presión competitiva, desde BYD hasta las nuevas marcas chinas, y una desaceleración en el mercado eléctrico que exige más foco y menos distracciones. Musk vuelve a la cabina justo cuando el vehículo empieza a vibrar.

Javier Pujol en una entrevista con Coche Global
3. Javier Pujol: Sernauto recupera la saga
El relevo en Sernauto pone en escena a otro apellido de largo recorrido: Pujol. Javier, hijo del histórico Josep Maria Pujol, retoma la presidencia de la patronal Sernauto tras la etapa de Francisco Riberas. Lo hace en un momento crítico: la cadena de valor del automóvil está siendo rediseñada a escala global, con tensiones logísticas, presiones medioambientales y una reconversión tecnológica sin precedentes.
El nuevo presidente combina dos elementos clave: experiencia operativa al frente de Ficosa y legitimidad familiar en una industria que valora la continuidad. Pero la verdadera prueba será saber si puede transformar esa herencia en capacidad de interlocución real ante Bruselas y Madrid, en defensa de la industria de proveedores de componentes para los fabricantes de vehículos.

Recuento de papeletas en las elecciones de Ganvam
4. Ganvam gira el volante hacia la pluralidad
José Elías Mera ha ganado las elecciones a la presidencia de Ganvam con una candidatura que se define como transversal y reformadora. En otras palabras, una apuesta por recomponer el mapa de representatividad en un sector fragmentado, que va desde grandes concesionarios hasta pequeños talleres.
Mera ha construido una coalición plural que quiere romper con las inercias de los últimos años y que apuesta por una gobernanza más transparente. En un contexto en el que el mercado de vehículos de ocasión se está sofisticando y digitalizando a velocidad récord, esta renovación puede significar una Ganvam más ágil, menos dependiente de los viejos equilibrios entre marcas y territorios, y más centrada en los desafíos estructurales: reforma fiscal, digitalización, electrificación y escasez de talento.

Martin Winterkorn, expresidente del consejo de administración de Volkswagen
5. Dieselgate: condenas tardías para la vieja guardia
Mientras tanto, el Dieselgate sigue arrojando sombras largas. Esta semana, cuatro antiguos directivos técnicos de Volkswagen han sido condenados por su papel en la manipulación de emisiones. Las penas varían, algunas incluso en libertad condicional. Pero lo más simbólico sigue siendo la ausencia de Martin Winterkorn, el exCEO, cuya causa se aplaza una vez más.
Las condenas tienen valor simbólico, pero llegan tarde. El daño medioambiental, reputacional y financiero ya está hecho. Lo importante ahora no es solo cerrar heridas, sino construir un modelo industrial donde este tipo de fraudes no vuelvan a encontrar el silencio cómplice de los despachos técnicos y financieros. Lo que se juzga no es solo una tecnología trucada, sino una cultura empresarial anclada en el cortoplacismo y el secretismo.