Industria

Elon Musk rompe con Trump en el caos por los aranceles

La decision de Elon Musk de dejar su puesto de jefe de los recortes de Trump tiene lugar tras los rumores de sustitución en Tesla ante el desplome de las ventas

Donald Trump con Elon Musk junto a un Tesla / X POTUS

Donald Trump con Elon Musk junto a un Tesla / X POTUS

José Del Barrio

29.05.2025 17:18h

4 min

Elon Musk ha anunciado públicamente su salida del Gobierno de Donald Trump, marcando el final a su atribulada etapa como asesor especial en materia de eficiencia estatal. En un escueto pero contundente mensaje publicado en su red social X, el empresario ha escenificado su distanciamiento del expresidente republicano para volver a dedicarse a Tesla y otras empresas: “Creo que ya hice suficiente en política”, sentenció Musk poco después de una decisión judicial que tumba buena parte de los aranceles de Trump.

La salida de Musk se produce después de meses de tensiones internas dentro de la administración y de una creciente disconformidad con la dirección de la política fiscal impulsada por Trump. “Estoy decepcionado con lo que llaman su ‘gran proyecto de ley hermosa’. Es un proyecto de gasto masivo que socava el trabajo que hice con el Departamento de Eficiencia Gubernamental”, declaró esta semana en una entrevista con CBS.

El DOGE —nombre que Musk popularizó entre la burla y el ingenio, en alusión a su afición por las criptomonedas— fue una iniciativa a su medida para recortar gasto público y eliminar burocracia. Su objetivo inicial, eliminar dos billones de dólares en gasto federal, se desinfló rápidamente ante la resistencia interna y litigios continuos. Finalmente, el recorte efectivo quedó en unos 150.000 millones de dólares.

Rumores sobre nuevo CEO en Tesla

Musk ha calificado la burocracia federal como “una batalla cuesta arriba” y “mucho peor de lo que pensaba”. Según fuentes cercanas, sus frustraciones comenzaron a aflorar cuando la agenda legislativa de Trump viró hacia políticas de gasto expansivo y mayores controles migratorios, puntos que el fundador de Tesla considera contrarios a la eficiencia gubernamental.

Musk también criticó los aranceles indiscriminados decretados por Trump. Ahora, un panel de tres jueces de la Corte de Comercio Internacional falló el miércoles que el mandatario está excediendo sus poderes ya que, según defendieron, el Congreso de EEUU no delega una autoridad "ilimitada" en el presidente para que use la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA).

La orden, que considera "inconstitucional" la política arancelaria de Trump, paraliza los gravámanes globales y los llamados recíprocos, anunciados el 2 de abri, pero no los del 25% que siguen afectando las importaciones de acero, componentes y vehículos.

El distanciamiento de Musk llega, además, en un momento delicado a nivel empresarial. En los últimos meses, las ventas de Tesla han registrado caídas significativas en los principales mercados, y algunos analistas ya especulan con su posible sustitución como CEO. El propio Musk no ha hecho referencia directa a este asunto, pero su vuelta a un perfil más corporativo parece inminente. Hace unas semanas anunció, como paso previo, que dedicaría más tiempo a Tesla y a sus empresas, reduciendo el trabajo en el Ejecutivo del presidente de EEUU.

Durante su etapa como asesor, Musk fue una de las figuras más visibles del entorno de Trump. Llegó a donar más de 250 millones de dólares a su campaña, organizó actos partidarios y no ocultó su simpatía personal por el expresidente. “Francamente, lo amo”, llegó a decir en febrero. Trump, por su parte, lo describió como “un gran estadounidense”.

El idilio de Musk y Trump se enfría

Sin embargo, el idilio se ha enfriado. En su mensaje de despedida, Musk se limitó a agradecer la oportunidad y aseguró que el DOGE “seguirá fortaleciéndose con el tiempo, convirtiéndose en un modo de vida para todo el gobierno”.

Desde la Cámara de Representantes, su presidente Mike Johnson ha agradecido públicamente su labor: “La Cámara está ansiosa y lista para actuar sobre los hallazgos del DOGE”, aseguró, subrayando que la huella de Musk en la política fiscal republicana seguirá presente, al menos sobre el papel.

Elon Musk cierra así un capítulo peculiar en su trayectoria, donde el empresario visionario intentó reformar desde dentro el mastodonte administrativo de Washington. Lo hizo con su habitual estilo provocador, pero esta vez se topó con una realidad que ni siquiera él pudo moldear a su antojo. Su despedida, aunque breve, es elocuente: “Ya he hecho suficiente”. Un adiós que suena, más que a retiro, a un repliegue estratégico.

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