En un contexto de presión sobre sus resultados y de elevado apalancamiento, Gestamp ha lanzado una emisión de bonos senior garantizados por 500 millones de euros con vencimiento en 2030. La operación, fijada con una rentabilidad anual del 4,375% para atraer a inversores, responde a la necesidad de la compañía de refinanciar deuda existente y reforzar su balance.
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El cierre de la colocación está previsto para el 6 de octubre de 2025, con cotización en la Bolsa de Luxemburgo y negociación en el Euro MTF Market. Las agencias de calificación S&P y Moody’s han asignado a los bonos notas de BB y Ba2, en línea con la calificación corporativa de la empresa y con perspectiva “estable”.
“Esta operación contribuirá a optimizar el endeudamiento y los gastos financieros, ampliando el vencimiento medio de nuestro pasivo a un coste competitivo”, aseguró el director financiero de Gestamp, Ignacio Mosquera, reconociendo que la prioridad de la compañía pasa por gestionar de manera activa y eficiente su abultada deuda.
Un endeudamiento bajo la lupa
A pesar de haber reducido su deuda neta a 2.141 millones de euros al cierre del primer semestre gracias a la venta de activos inmobiliarios al Banco Santander, Gestamp sigue afrontando un apalancamiento elevado en relación con su capacidad de generación de caja. La compañía viene de registrar un beneficio neto de 75 millones hasta junio, un 29 % menos que en el mismo periodo de 2024, con una caída de ingresos del 4,8 % hasta 5.844 millones, arrastrada por la debilidad en Europa Occidental, la región NAFTA y la volatilidad de divisas.
Para ganar oxígeno, Gestamp también ha cerrado un acuerdo con Banco Santander, que invertirá 245 millones de euros en filiales inmobiliarias del grupo en España a través de un esquema de sale & leaseback.
Emisión de bonos anterior
La emisión de bonos y la operación con Santander se enmarcan en la estrategia de la empresa de rebajar su ratio de apalancamiento hasta 1,5 veces deuda neta/EBITDA proforma en 2025, objetivo marcado en su Capital Markets Day. Aunque Gestamp insiste en su compromiso con la eficiencia operativa y la rentabilidad a largo plazo, la búsqueda de financiación adicional refleja la tensión que atraviesa su balance en un sector marcado por la electrificación, la presión sobre costes y la ralentización del mercado europeo.
Con presencia en 24 países y más de 44.000 empleados, la compañía afronta el reto de ajustar sus finanzas para sostener su crecimiento futuro mientras busca nuevas oportunidades en mercados estratégicos como China. La nueva emisión de bonos tiene lugar poco antes de que venza en 2026 una emisión de 2018 por importe de 400 millones, también para reducir deuda, con un cupón anual del 3,25%.
