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Los cargadores rápidos toman la delantera en la electrificación española

La red de puntos de carga de acceso público crece a un ritmo de casi el 5%, con especial intensidad en los de potencias más elevadas

Punto de carga de eléctricos de Wallbox para Atlante

Punto de carga de eléctricos de Wallbox para Atlante

Toni Fuentes

06.08.2025 15:33h

3 min

A mediados de un verano abrasador, mientras las carreteras españolas se llenan de coches en busca de costas, montañas o pueblos con encanto, una transformación silenciosa se despliega. No se trata del asfalto nuevo ni de señales inteligentes, sino de algo que apenas hace una década era anecdótico: los puntos de recarga para vehículos eléctricos.

La cifra ya impresiona por sí sola: 47.593 puntos de recarga de acceso público operativos en toda España al cierre de julio de 2025, un 4,87% más que en diciembre pasado. Pero lo más relevante no es el volumen, sino el tipo de infraestructura que más crece. Los cargadores de alta potencia, capaces de ofrecer energía a velocidades antes impensables, están dejando atrás a los enchufes domésticos reconvertidos en soluciones de emergencia y forman la base para dar seguridad en los desplamientos en vehículo eléctrico.

Una recarga más rápida que un café

Según los datos de AEDIVE, la patronal del sector, los puntos de entre 50 y 250 kW han crecido un 69,52 % en apenas siete meses. Más aún, los ultrarrápidos —por encima de 250 kW— han experimentado una subida del 49,90 %. Incluso los cargadores rápidos más modestos (entre 22 y 50 kW) han visto un aumento del 16,22 %.

Este crecimiento no es casual. Tampoco se explica solo por la presión regulatoria o por los objetivos europeos de neutralidad climática. Lo que estamos viendo es una apuesta decidida por cubrir la gran carencia histórica de la movilidad eléctrica: el tiempo.

En una cultura que vive de la inmediatez, el coche eléctrico necesitaba algo más que buenas intenciones. Necesitaba poder cargar lo bastante rápido como para que el café en una estación de servicio fuera más largo que el repostaje. Hoy, esa posibilidad comienza a dejar de ser excepción para convertirse en regla.

Carreteras que recargan

El dato es especialmente significativo en las vías interurbanas, donde la instalación de cargadores de alta potencia está consolidando una red que hace apenas dos años era fragmentaria y desconectada. Hoy, un viaje largo en eléctrico ya no implica planificar con precisión quirúrgica ni cruzar los dedos al ver el nivel de batería.

Comunidades como Cataluña, Madrid y Andalucía siguen liderando el ranking de puntos de recarga, con la capital recuperando la segunda posición. Una buena noticia para los usuarios del centro peninsular, que durante mucho tiempo sintieron que la red eléctrica era cosa de la periferia.

Un mapa más preciso de enchufes

Sin embargo, no todo se reduce a cantidad. AEDIVE ha cambiado la forma de recopilar los datos, adoptando una metodología basada en big data y fuentes europeas como EAFO, el observatorio oficial de la Comisión Europea. Ahora, solo se contabilizan puntos realmente activos en el momento del informe, lo que da lugar a una fotografía más precisa —aunque sujeta a ajustes que pueden incluir también caídas temporales. Este nuevo enfoque, más riguroso y dinámico, permite detectar no solo crecimiento, sino también fiabilidad, y proporciona una base más sólida para evaluar el progreso real. Además, es la base de la que se nutre el nuevo mapa de puntos de carga del Ministerio de Transición Ecológica.

“Esta positiva evolución refleja los notables esfuerzos tecnológicos y de inversión que están realizando los operadores”, afirma Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE.

Y tiene razón: detrás de cada nuevo cargador hay un cúmulo de decisiones empresariales, permisos administrativos, obras técnicas y apuestas de capital. No hay magia, solo una carrera contrarreloj por transformar un país cuya cultura del coche ha estado anclada en la combustión durante un siglo.

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