En un mercado dominado tradicionalmente por grandes operadoras petroleras, Ballenoil ha redefinido el concepto de la gasolinera 'low cost' en España. Ahora, la compañía se dispone a repetir la jugada con la movilidad eléctrica. Su anuncio de que electrificará alrededor de un tercio de su red antes de final de año no solo anticipa tendencias, sino que también rompe con la visión de la recarga como una obligación regulatoria para convertirla en una palanca de crecimiento estratégico.
Ballenoil, adquirida por Moeve (antes Cepsa) en junio de 2024, ha confirmado la instalación de 42 nuevas plazas de carga ultrarrápida (>150 kW) de marca propia, alcanzando casi un centenar de puntos repartidos por la península. Este movimiento consolida su objetivo de ser la primera enseña low cost que logra desplegar infraestructura eléctrica a gran escala, con puntos capaces de cargar el 80% de la batería de un coche eléctrico en apenas 10-20 minutos.
Precios altos hasta ahora
“Hasta ahora, la instalación de cargadores recaía en terceros y se entendía como una exigencia normativa. Ahora desplegamos y operamos nuestra propia red de carga eléctrica ultrarrápida para liderar la movilidad sostenible en nuestro sector”, afirma Manuel Sáez, CEO de Ballenoil. Hasta ahora, Ballenoil integraba en algunas gasolineras puntos de carga de operadores externos a precios que en muchos casos correspondían a una horquilla media-alta. Por ejemplo, se puede encontrar puntos a casi 40 céntimos el kW para carga semirrápidas y a casi 60 céntimos la rápida a 50 kW en un punto operado por Iberdrola en la gasolinera Ballenoil de Barberà del Vallès (Barcelona), según figura en la app Electromaps.
La estrategia de Ballenoil trasciende el cumplimiento de directivas medioambientales. Su modelo persigue captar tráfico eléctrico desde el segmento low cost, un nicho de mercado que hasta la fecha parecía exclusivo de la gasolina y el diésel, y que podría democratizar también la recarga ultrarrápida. La compañía busca así ganar terreno en la nueva economía de la movilidad descarbonizada, reforzando su propuesta de valor en tres ejes: precio competitivo, rapidez y capilaridad. La empresa no menciona cual será su estrategia con su propia red en cuanto a los precios y si optará por ofrecer tarifas más competitivas que las actuales a través de terceros.
Centro de servicios de movilidad
Ballenoil tiene en su hoja de ruta alcanzar las 500 estaciones operativas en 2027, incorporando progresivamente puntos de carga eléctrica en todas las nuevas aperturas. Su foco inmediato está puesto en zonas urbanas y nodos de alta movilidad, con servicio 24 horas y localizaciones de máxima accesibilidad y seguridad. Todo ello, sin renunciar a su esencia: un modelo automatizado y ágil que combina repostaje low cost, recarga ultrarrápida y centros de lavado de La Ballena Azul.
En un momento donde la transición energética y la competitividad del precio marcan la agenda, Ballenoil y Moeve redefinen la fórmula de las electrolineras en España. De ser un simple player de combustible barato, la marca aspira ahora a convertirse en la referencia low cost también para el coche eléctrico, anticipando un futuro donde la recarga ultrarrápida ya no será un lujo premium, sino un servicio accesible para todos los bolsillos.