Desde hace unos días, algunos automovilistas han notado que están más vigilados por la policía. Esa vigilancia adicional no proviene de patrullas apostadas en las carreteras, sino del aire. Desde principios de enero, el nuevo helicóptero de los Mossos sobrevuela las carreteras de Cataluña con unas prestaciones que permiten verlo todo.
Después de estar un año varado en el helipuerto por un largo litigio en relación con el concurso de la Generalitat para adjudicar el servicio, la aeronave ha vuelto a despegar con mejoras técnicas en el equipamiento que pueden multiplicar la eficacia del helicóptero en el control de los infractores de tráfico. La principal novedad consiste en un un nuevo sistema de cámaras más preciso y geolocalizado que permite hacer controles de tramo mediante fotos en dos puntos de un vehículo.
Contrato de dos millones de euros
El contrato de dos millones de euros adjudicado a la empresa con sede en Badalona Audax Helicópteros incluía, entre las mejoras técnicas del sistema de vigilancia, un cinemómetro similar al de los radares de tramo. Esta innovación permite al helicóptero del Servei Català de Trànsit incrementar sus prestaciones en relación con el de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este último va equipado con un radar con láser que detecta excesos de velocidad en un punto concreto y que resulta más costoso en el mantenimiento.
La presencia en el aire del helicóptero de la Generalitat ha causado revuelo en las redes sociales. Algunos automovilistas han respondido como si se tratara de otro radar y avisan a otros usuarios de los movimientos de la aeronave para que circulen con precaución o eviten las carreteras por las que sobrevuela.
