Mercado

Lo mejor y lo peor del Renault Captur

Hemos sometido a una prueba a fondo la versión de gasolina más potente y más equipada del SUV fabricado en Valladolid

Prueba a fondo del Renault Captur

Abel Real

13.08.2020 13:12h

4 min

Hoy os traigo este Renault Captur, un coche que se renueva y que se empezó a fabricar en 2013 en la planta de Valladolid. Hasta hoy ha vendido más de 1,5 millones de unidades. Esta es la segunda generación del coche que es completamente nuevo y con nuevas motorizaciones, tecnologías, equipamiento y también nueva plataforma que comparte con el Clio y el Nissan Juke. Esta plataforma permite, además de los motores gasolina y diesel, montar también versiones híbridas enchufables. Hemos podido hacer una prueba a fondo y estas son las conclusiones de este 'test drive' para ARC Motor y Car Review & Rating de Coche Global.  

En el diseño de la parte delantera destacan las líneas que se unen con la zona de la parrilla. En general, este coche tiene bastantes cromados, sobre todo para este acabado más alto que hemos probado, Renault Captur Zen+ TCe 155 CV. La iluminación es con LED aunque tenemos dos tipos en función de la potencia. El frontal se caracteriza por un logo de grandes dimensiones y unas formas muy fluidas y redondeadas y sin luces antiniebla delanteras. 

En el lateral encontramos unos pasos de rueda muy grandes y marcados en la carrocería y con unas líneas fluidas. En la zona trasera destacan unos faros que entran bastante en el lateral. Llama la atención que no haya tambor en los discos de freno en unas ruedas con unas llantas grandes, algo que duele nada más mirarlo. 

En cuanto a los colores tenemos bastantes opciones disponibles para el Captur y además tenemos cuatro colores de techo disponibles que acompañan a los retrovisores. Las llantas pueden ser tapacubos de 16 o 17 o llantas de 17 o la opción de 18. Mide 4,22 metros de largo, con lo que estamos en la parte alta del segmento de mercado. 

Bombilla rodeada de LED

En la parte trasera predominan las formas siempre muy redondeadas y también las formas suaves del parachoques. La iluminación se mete en la zona del portón, que como ya vimos en el
Mégane es de plástico. Hay que dar las gracias a Renault por no hacer un intento de tubos de escape raros y dejar uno convencional. Toda la iluminación es en LED excepto el intermitente, por lo que no entiendo que una iluminación tan cuidada vaya con un intermitente con una bombilla.

En cuanto al maletero, no tiene apertura eléctrica. Tiene 422 litros de capacidad, 81 más que la primera generación, con una doble altura. Pero tiene truco este maletero con una palanca que permite pasar de 422 a 536 litros siempre a costa evidentemente del espacio de las plazas traseras. Si abatimos los asientos podemos llegar a los 1.275 litros, por lo que pese a ser un coche del segmento B tiene un maletero bastante generoso aunque con una boca de carga algo estrecha. También tendremos para este acabado Zen+ las barras en el techo y la antena de aleta de tiburón.  

En las plazas traseras tenemos un plástico mullido combinado con uno duro que permite a este coche estar en la parte de arriba de los acabados del segmento reforzado con detalles cromados para la maneta y para el pulsador del elevalunas. Por la forma del techo del coche, te queda muy cerca de la cabeza, algo que no me convence. En el espacio para las piernas, a mí, con 1,82 de altura, me quedan casi cuatro dedos hasta el asiento delantero. Pero en anchura no hay tanto espacio ya que es bastante complicado acomodar tres adultos detrás. 

En el interior del Renault Captur, lo primero que llama la atención es el volante un pelín achatado por arriba y por abajo. En general los materiales son mucho mejores que los de la primera generación aunque es mejorable en algunos aspectos como un ajuste un poquito más cuidado para no notar crujidos que conduciendo pueden llegar a ser molestos. 

Caballos de sobra

El Captur que hemos probado es la versión más potente en gasolina, con permiso del híbrido enchufable, con el motor 1.3 de 155 caballos que monta filtro de partículas para cumplir la
normativa de emisiones y que va asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones. 

El motor mueve con soltura al coche en cualquier situación. Pero creo que la versión más equilibrada para este Captur es el escalón inferior en gasolina, la versión con el mismo bloque de cuatro cilindros y un 1.3 litros de 130 caballos. No veo que hagan tanta falta esos 25 caballos de diferencia, así que yo seguramente elegiría el escalón inferior.

Me ha sorprendido para bien el consumo ya que podemos conseguir en circulación por autopista a una velocidad legal o circulando por carreteras convencionales consumos incluso por debajo de los 6 litros. Para tener la potencia que tiene, el consumo es bastante contenido. La caja de cambios es en general bastante suave pero lastra un poquito el comportamiento del coche si queremos hacer una conducción un poquito dinámica. Es un coche también bastante silencioso aunque vayamos a altas vueltas o un poquito rápido.

En marcha es un coche orientado al confort y es bastante blandito tanto de suspensiones como en dirección, que no acaba de ser del todo lo precisa aunque está bien asistida. Para mi gusto a la
suspensión le falta un pelín de rigidez, sobre todo en la parte trasera y puede llegar incluso a rebotar un poquito.

Hoy destacamos