En un nuevo giro que mezcla memoria industrial, alianzas internacionales y esperanza para una comarca azotada por la desindustrialización, Santana Motor prepara su regreso a la producción. Lo hará de la mano de su heredera, Santana Motors, en manos de empresarios españoles junto a dos aliados chinos: Anhui Coronet Tech y Zhengzhou Nissan, filial del gigante Dongfeng. La histórica planta de Linares, cerrada en 2011, se prepara para volver a la vida con una nueva generación de vehículos todoterreno que llevarán el sello de China, tal como pasó con la británica MG, con Volvo y, más recientemente, con Ebro.
La alianza estratégica contempla una inversión inicial de cinco millones de euros y la creación de hasta 200 empleos: 150 en producción y 50 administrativos. Los tres socios no han desvelado los siguientes pasos en este proyecto tras la firma del memorando inicial de intenciones. Tras catorce años de inactividad desde el cierre definitivo de Santana Motor en 2011, Linares recuperará una actividad industrial que marcó su identidad durante décadas, aunque falta por ver cómo se hará.

Nuevos modelos de Zhengzhou
Uno de los impulsores de este proyecto es Eduardo Blanco, un expiloto de competición que también participó en la recuperación de la marca Ebro, mediante la sociedad Ecopower, aprovechando la pickup Nissan Navara que se fabricaba en Barcelona en los inicios del plan que ha llevado a la compañía catalana EV Motors a firmar un acuerdo de alianza con Chery para aprovechar algunos modelos del grupo chino bajo la insignia española resucitada.
Los impulsores de la nueva Santana
Eduardo Blanco ha subrayado que este acuerdo marca un hito fundamental y representa un paso decisivo hacia el futuro. "Estamos orgullosos de unir fuerzas con Zhengzhou Nissan y Anhui Coronet, reforzando nuestra visión de fabricar vehículos innovadores que reflejen la legendaria tradición de calidad y robustez de Santana, impulsando así la industria automotriz y el desarrollo económico en Linares y su comarca".
En Santana Motors S.L. también participan el Grupo JPG, empresa con más de 65 años de historia e implantada en Linares para hacerse cargo del servicio de posventa de Santana y como proveedor de recambios e ingeniería para Defensa, junto a Valentin Rouss, que el Ayuntamiento define como "un empresario con gran recorrido en el lanzamiento de marcas internacionales y desarrollo de productos tecnológicos".
En 2023, el Ayuntamiento de Linares y Santana Motors S.L. firmaron un acuerdo de intenciones por el que se "facilita" a la empresa las instalaciones del Parque Empresarial Santana previamente cedidas por la Junta de Andalucía a la administración municipal. Uno de los principales proyectos para Santana era el concurso del Ministerio de Defensa para el suministro de 4.500 vehículos militares para el Ejército y la Guardia Civil por un importe de 315 millones, aunque la empresa jienense quedó excluida.

Entrada a la antigua fábrica de Santana Motor de Linares
Modelos 4x4 de China
El nuevo proyecto se centrará en el desarrollo de modelos 4x4, algunos con motorizaciones diésel modernizadas y otros con tecnología híbrida enchufable (PHEV). Está pensado para mercados como Europa, África y América, con un enfoque claro en robustez, eficiencia y cumplimiento ambiental. Aunque aún no se ha revelado la fecha de lanzamiento, el primer modelo ya ha sido diseñado y certificado tras años de colaboración técnica entre las tres empresas.
El contexto actual favorece este tipo de alianzas mixtas entre fabricantes asiáticos y marcas europeas. La transformación del sector hacia la electrificación, las nuevas normativas de emisiones y la necesidad de compartir costes tecnológicos están abriendo oportunidades para proyectos industriales que habrían parecido imposibles hace apenas unos años. Anhui Coronet, especializada en vehículos eléctricos e industriales ligeros, y Zhengzhou Nissan, con una sólida experiencia en todoterreno en el gigante asiático, aportan tecnología, red comercial y capital. Santana Motor, por su parte, busca aprovechar la infraestructura existente y el know-how local partiendo de los modelos de Coronet y Zhengzhou Nissan.
Apoyo público
Para Linares, este proyecto representa mucho más que una inversión: supone una segunda oportunidad para una ciudad que vio cómo su símbolo industrial moría lentamente hasta desaparecer. La emblemática factoría Santana, que dio vida al Land Rover Santana, el Suzuki Jimny y el Iveco Massif, cayó en una lenta agonía marcada por decisiones políticas, alianzas fallidas y cambios de mercado que derivaron en su cierre.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció recientemente una nueva inyección de nueve millones de euros para el parque empresarial Santana de Linares para impulsar la actividad económica en la ciudad tras el cierre de Santana Motor, que identificó como principal causa de la pérdida de población, al pasar de 61.000 habitantes en 2011 a 55.096 en 2023.
Auge y caída de Santana
Santana Motor fue un referente de la automoción en España. Desde su fundación en 1956 como Metalúrgica de Santa Ana hasta su etapa más reciente con Iveco, la compañía protagonizó hitos clave: desde fabricar bajo licencia los Land Rover Santana que conquistaron el campo español y mercados exteriores, hasta su efímera producción de todoterrenos militares como el Santana Aníbal.
Tras la liquidación de la compañía, sus equipos industriales pasaron a subasta. Robots de soldadura, compresores, motobombas o carritos industriales fueron ofrecidos desde tan solo 30 euros en plataformas como Escrapalia, como si se tratara del desmantelamiento final de un legado que parecía no tener futuro.