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Los SUV, en el punto de mira por ser más contaminantes

La Agencia Internacional de Energía alerta de que el auge de los todocamino puede neutralizar los nuevos eléctricos

Boceto del primer prototipo del Nissan Qashqai, que popularizó los SUV / NISSAN

Boceto del primer prototipo del Nissan Qashqai, que popularizó los SUV / NISSAN

Pau Rodríguez

18.11.2019 00:41h

2 min

Los SUV han conquistado a los consumidores en pocos años, hasta alcanzar un 40% del mercado global. Son los vehículos de moda, ofrecen la comodidad de un turismo pero con algunas aptitudes de un todoterreno urbano. Hasta aquí, ningún problema, al contrario, se han convertido en un argumento para seducir a consumidores. Pero el auge de los todocamino está agravando el problema de las emisiones de CO2, hasta el punto de que la Agencia Internacional de Energía (IEA en sus siglas en inglés) ha puesto a estos vehículos en el punto mira. ¿Puede ser el primer paso para demonizarlos?

Hace una década, los SUV tenían un peso en las ventas que suponía la mitad, un 20% de las matriculaciones. El problema que llevan asociado los 'crossover' es que consumen una cuarta parte más debido a su mayor tamaño y su consumo de carburante más elevado. 

"Los SUV fueron responsables del crecimiento de 3,3 millones de barriles por día en la demanda de petróleo de los automóviles de pasajeros entre 2010 y 2018", según destaca el último informe de la IEA, un organismo consultivo de los gobiernos. 

Los peligros de los SUV

Si se mantuviera el ritmo de crecimiento actual de los SUV con motor de combustión interna, eso provocaría un incremento de la demanda de combustible de dos millones de barriles al día en 2040, lo que prácticamente neutralizaría el ahorro de carburante y de emisiones de casi 150 millones de vehículos eléctricos.

"Los automóviles más grandes y pesados, como los SUV, son más difíciles de electrificar y el crecimiento de su creciente demanda puede ralentizar el desarrollo de flotas de automóviles limpias y eficientes", alerta la agencia en un análisis preliminar de la evolución del mercado automovilístico y su impacto en el consumo energético y las emisiones de CO2.

Las voces en contra del auge de los SUV comienzan a aumentar y a hacerse excuchar. Una de las últimas en llamar la atención fue la del alcalde de Frankfurt, que con motivo del Salón del Automóvil de la ciudad en septiembre pasado alertó de que la ciudad "no necesita más SUV" para reducir los niveles de contaminación. La advertencia le costó que fuera relegado en los actos de inauguración del salón.

Culpables del alza del CO2

Los datos sobre el impacto de los SUV en el aumento de las emisiones de CO2 que se está registrando son contundentes. Según la IEA, los todocamino fueron el segundo capítulo que más contribuyó al alza desde 2010 después del sector eléctrico y por delante de la industria pesada, el transporte de mercancías por carretera y la aviación.

Las asociaciones de fabricantes de automóviles y de concesionarios ya han advertido también de que el 'boom' de los SUV es uno de los factores que explican la subida de las emisiones medidas de los vehículos a la venta, junto con el fuerte incremento de la gasolina y el desplome del diésel.

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