El sector de la movilidad y la automoción se ha convertido en una palanca para luchar contra el cambio climático. Algunos pueden pensar que los ecologistas y los gobiernos se ceban en las emisiones de los coches como cabeza de turco. Pero el sector sufre también su propio cambio climático como consecuencia de la aceleración de las transformaciones y los objetivos que le han marcado los dirigentes políticos. Lejos de instalarse en el cansino lamento, las empresas y los trabajadores de la automoción han pasado a la ofensiva para impulsar ellos mismos la transformación, tal como se puede apreciar en el Barómetro Auto Mobility Trends 2023 de Coche Global.
Artículo publicado en la revista Auto Mobility Trends 2023. Accede al Barómetro en este enlace
Al igual que en la naturaleza, el clima en la industria de automoción se ha vuelto inestable. En esa situación, el mapa del tiempo y los estudios sobre el clima en el automóvil son cada vez más necesarios. Ese es el papel de Auto Mobility Trends, una iniciativa plenamente consolidada y que se ha convertido en un referente.
Los meteorólogos de la movilidad
El 'servicio meteorológico' de la movilidad y la automoción nos dice, en su cuarta edición, que las empresas aguantan el tipo y siguen invirtiendo en poner los cimientos del nuevo modelo de negocio que se está forjando de forma acelerada. Nadie puede acusar a las compañías fabricantes de vehículos y de sus componentes, a los concesionarios y a las startups de no arrimar el hombro. Es cierto que mejoran sus resultados, que en algunos casos llegan a niveles récord de rentabilidad, pero también es cierto que las inversiones que se requieren para pasar del petróleo a la movilidad sin emisiones son más elevadas que nunca.
Auto Mobility Trends 2023 / GALA ESPÍN
A la vista del empeño del sector en empujar la movilidad eléctrica, resulta evidente que cada vez quedan menos negacionistas del cambio climático en ese ámbito. Sin embargo, otra cosa es que la hoja de ruta, los objetivos y las medidas de las administraciones convenzan. Por ahora, los resultados de la electromovilidad en España muestran la insuficiencia o el enfoque equivocado de esas medidas, tal como denuncian las empresas en la tormenta de propuestas recogida por el Barómetro.
Aunque hay poco espacio para los negacionistas, el camino hacia la movilidad más respetuosa con el medio ambiente se presenta más plural de lo que algunos habían pensado y diseñado. Hay plan B porque, además de los vehículos eléctricos, los combustibles sintéticos y los biocarburantes reivindican su oportunidad con un gran potencial por delante. Eso sin olvidar el hidrógeno, la gran promesa para la movilidad del futuro, junto a las baterías más eficientes que ya se empiezan a otear en el horizonte.
El muro de la ineficiencia
El análisis de las respuestas de las empresas apunta al riesgo de un problema que puede llegar en el futuro. Una vez que el sector está saliendo de la tormenta y redobla su esfuerzo por impulsar la transición, se puede frustrar ese ímpetu si las empresas y los trabajadores se encuentran delante con el muro de la ineficacia de unas políticas públicas que no atinan a impulsar la transformación industrial y de todo el ecosistema, empezando por los automovilistas.
Ese muro de la frustración se debe, con excesiva frecuencia, más a una burocracia que parece endémica que a la falta de recursos económicos. El plan Moves 3 es un ejemplo de ello. El cuarto Barómetro Auto Mobility Trends refleja una mejora del clima del sector de automoción y movilidad pero también los avisos de las empresas. El reto que tenemos todos por delante es titánico, por lo que hay que acertar en la ruta para escalar ese Everest.
