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La altura del capó de los SUV crece y preocupa

Un nuevo estudio advierte sobre los peligros de los SUV con capós cada vez más altoss, que reducen la visibilidad y agravan las consecuencias de un atropello

Pickup eléctrica RAM 1500 Revolution

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José Del Barrio

12.06.2025 13:30h

3 min

Por cada niño que cruza la calle, puede haber un punto ciego al otro lado del volante. Literalmente. Los SUV, convertidos en protagonistas indiscutibles del mercado automovilístico europeo, traen consigo un problema que hasta ahora había pasado desapercibido para muchos: la peligrosa elevación de sus capós.

Según un reciente informe publicado por la organización Transport & Environment (T&E), la altura media del capó de los coches nuevos en Europa ha aumentado 6,9 centímetros en los últimos 14 años, alcanzando los 83,8 cm en 2024, con una media de medio centímetro más al año. El fenómeno no es casual: el auge de los SUV es el principal responsable. Estos vehículos representaban apenas el 12 % del mercado en 2010; hoy ya suponen el 56 %.

Más altura, más peligro

Este crecimiento vertical de los vehículos —denominado por los expertos como la propagación de vehículos— no solo ocupa más espacio urbano, también transforma la seguridad vial. En los impactos a velocidades urbanas (hasta 50 km/h), un coche con la parte delantera más alta tiende a golpear a los peatones por encima del centro de gravedad. Esto multiplica el riesgo de lesiones mortales, al impactar directamente en órganos vitales.

Un análisis de accidentes reales en Bélgica, que afectaron a más de 300.000 usuarios de la vía pública, sugiere que un aumento de solo 10 cm en la altura del capó —de 80 a 90 cm— incrementa en un 27 % el riesgo de muerte para peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables.

La amenaza no es solo teórica. Pruebas realizadas para el informe de T&E muestran que modelos como el Ram TRX, uno de los vehículos con el frontal más alto en circulación en la UE, tienen puntos ciegos tan amplios que impiden a los conductores ver a un niño de hasta nueve años situado justo frente al coche. Incluso un Land Rover Defender oculta completamente a niños de hasta cuatro años y medio.

"Los niños son invisibles"

James Nix, gerente de políticas de vehículos de T&E, lo dice sin eufemismos: “Es imposible ver a niños de pie frente a algunos de los capós más altos. La creciente tendencia hacia los SUV significa que este problema solo empeorará a menos que establezcamos límites”.

Barbara Stoll, de la Campaña Ciudades Limpias, lanza una pregunta tan sencilla como demoledora: “Un niño muere cada día en nuestras carreteras, pero los coches se fabrican tan grandes que los niños son invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es eso aceptable?”

Petición de altura máxima

Actualmente, ni la legislación europea ni las normativas nacionales imponen límites a la altura del capó de los coches. Ante esta laguna normativa, más de 30 organizaciones civiles han solicitado a la Unión Europea que introduzca una altura máxima de 85 cm para los capós de nuevos vehículos antes de 2035. El largo plazo propuesto busca facilitar una transición suave en la industria automotriz sin comprometer la seguridad o las inversiones en marcha.

Además de esta medida, las asociaciones proponen que los impuestos de circulación y las tarifas de estacionamiento sean más proporcionales al tamaño y peso de los vehículos, una forma indirecta de desincentivar la compra de los SUV más voluminosos.

Algunas ciudades europeas ya empiezan a reaccionar. En París, por ejemplo, se ha votado recientemente una tasa de aparcamiento más elevada para vehículos pesados. “Las ciudades deben ir más allá y con mayor rapidez para restringir los SUV de gran tamaño, recuperar el espacio público y priorizar la seguridad y a las personas”, reclama Stoll.

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