Hay decisiones que deberían pertenecer, por derecho, al ciudadano. Como elegir qué camino tomar. O qué coche lo llevará. Esa libertad —tan sencilla y tan profunda— se está viendo erosionada entre prohibiciones anticipadas, ayudas que no llegan y discursos que dejan poco espacio para la realidad cotidiana de miles de personas.
Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2025. Descarga en este enlace el Barómetro
Desde Faconauto lo hemos dicho muchas veces, pero hay que seguir repitiéndolo: el cliente debe ser el centro. Y el concesionario, su aliado. No se puede construir el futuro de la movilidad sin contar con quien ha de recorrerlo.
El barómetro Auto Mobility Trends 2025 apunta hacia un sector que sigue avanzando, pero con pasos más medidos y pegados a la realidad. La inversión continúa, pero ya no es ciega. Se invierte donde el cliente lo necesita: en digitalización, electrificación, en mejorar la experiencia. Los concesionarios están listos y adaptados, como siempre, para ofrecer la mejor calidad y excelencia en esa transformación. Pero la esa transformación no puede ser un salto sin red. No puede ser una imposición sin diálogo.
Los consumidores aún no tiene claro qué tecnología elegir
Y es que detrás de cada decisión empresarial hay una persona buscando certezas. El 64% de los consumidores aún no tiene claro qué tecnología elegir, ni cómo mantenerla, ni si podrá circular con ella mañana. Lo dice el sector, lo avala el estudio que hemos realizado recientemente desde FACONAUTO y lo vivimos en cada concesionario, cuando la incertidumbre se convierte en conversación y la conversación, en confianza.
Mientras los titulares se llenan de cifras sobre ventas, aranceles o tensiones geopolíticas, nosotros seguimos escuchando al cliente que entra por la puerta y pregunta: ¿qué coche me conviene? ¿puedo cargarlo en mi barrio? ¿me llegará la ayuda? Esa conversación, entre humano y humano, sigue siendo el corazón de este negocio. Y no hay tecnología que la sustituya.
La libertad de elegir no es un lujo: es la base de una transición justa. Hay quien podrá dar el paso al eléctrico. Otros necesitarán aún su diésel moderno o un híbrido eficiente. Todos merecen respeto, apoyo y opciones reales. La descarbonización, el verdadero objetivo, necesita y depende de esa transición. Restar opciones y confiarlo todo a la electrificación (que, sin duda, llegará), es verdaderamente restar y frenar el futuro.
Si de verdad queremos que el sector avance con sentido, dejemos que el volante lo lleve el ciudadano. Y pongamos al concesionario donde siempre ha estado: al lado del ciudadano, no delante del camino.