Industria

Wayne Griffiths, del concesionario a presidente de Seat

El directivo británico que ha asumido la dirección de la compañía tuvo su primer empleo en la marca española durante los Juegos Olímpicos

Wayne Griffiths, nuevo presidente de Seat

Wayne Griffiths, nuevo presidente de Seat

Toni Fuentes

16.09.2020 14:02h

4 min

Wayne Griffiths, que ha sido nombrado como nuevo presidente de Seat, ha nacido prácticamente en un concesionario de automóviles y conoce la marca española y Barcelona desde que acabó sus estudios en gestión empresarial. Sus vínculos con Barcelona y España son muy potentes, hasta el punto de que en más de una ocasión ha bromeado al declararse más español que británico, especialmente tras el Brexit.

El nombramiento de Griffiths (Dukinfield, Reino Unido, 1966) se ha aprobado formalmente en el consejo de administración de Seat del día 23 de septiembre. Dede que Luca de Meo decidió dejar Seat para convertirse en consejero delegado de Renault, el directivo británico siempre ha encabezado las quinielas para presidir la marca española del grupo Volkswagen. Su nombramiento ha puesto fin a un periodo de interinidad iniciado en enero de 2020 con la designación de Carsten Isensee hasta que el grupo alemán decidiera el nuevo titular de la silla vacante en las oficinas de Martorell. En febrero pasado, Wayne Griffiths tiraba pelotas fuera sobre su posible nombramiento como presidente de Seat justo en el momento en el que se inauguró la nueva sede de Cupra en Martorell, donde tiene su despacho

El ciclo positivo de las ventas de Seat en los últimos años, bajo el mandato de Griffiths como vicepresidente comercial, avalaba su candidatura, que salio reforzada con su nombramiento como consejero delegado de la nueva marca Cupra y presidente de su consejo de administración. El futuro de Seat está cada vez más vinculado al éxito de Cupra como marca deportiva y de una gama más alta, lo que conlleva un margen de rentabilidad más elevado también. La marca creada por Luca de Meo y cuyo lanzamiento confió a Wayne Griffiths acaba de estrenar su propia sede y sus ventas se han disparado, hasta el punto de que preveía, antes de la pandemia, alcanzar los 1.000 millones de facturación este año.  

Griffiths es un especialista en ventas y en asumir retos difíciles de mejorar el posicionamiento de marcas. El automóvil forma parte de su vida desde su infancia, cuando ayudaba a su padre a limpiar los coches de su concesionario de Manchester y posteriormente como vendedor. Tras unas prácticas como becario en Audi, logró su primer empleo en el equipo comercial de Seat, donde contribuyó al crecimiento de sus ventas de 1991 a 1993, un periodo que fue como una montaña rusa al pasar de la euforia de los Juegos Olímpicos de Barcelona a la crisis posterior.

Fascinado de Barcelona

Quedó fascinado de Barcelona, donde recaló en la Villa Olímpica a bordo de un Seat Toledo 16 válvulas con diseño de Giugiaro, tal como relata en una entrevista con Piergiorgio Sandri en La Vanguardia. Pero el grupo le llamó para remontar las ventas de Audi y mejorar su prestigio en el segmento 'premium'. Allí trabajó en diferentes cargos en las áreas comercial y de marketing en Europa y en varios países del continente hasta que en 2016 volvió a Barcelona como vicepresidente de ventas de la mano de Luca de Meo, que fue su jefe en Audi.

El presidente del consejo de administración de Seat y presidente ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, ha optado por retener a Wayne Griffiths y evitar nuevas fugas hacia el equipo que está creando Luca de Meo en Renault. La llegada del nuevo presidente de Seat ha sido bien recibida por los sindicatos, que en el último comité europeo de Volkswagen reclamaron a su presidente, Herbert Diess, acabar con la interinidad en la presidencia. "Necesitamos un presidente con funciones plenas para defender a Seat en la próxima negociación de la ronda de planificación de producciones y modelos del grupo", ha asegurado Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat. Para Matías Carnero, el perfil comercial de Griffiths es positivo para Seat y su crecimiento, que quiere discutir con el futuro nuevo presidente.

Griffiths toma el relevo en un momento en el que la recuperación de las ventas y la producción de Seat van mejor de lo esperado tras la llegada de la pandemia. La empresa prepara la puesta en marcha de un nuevo turno de producción nocturno en la línea de montaje de los modelos Ibiza y Arona que permitirá reforzar la plantilla con nuevas contrataciones. El directivo pilotará unos meses intensos con los lanzamientos del nuevo Cupra Formentor y el León hibrido, con los que la planta de Martorell debuta en la electrificación con vocación de masas.

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