Industria

PSA retrasa la reactivación de plantas hasta que se vendan coches

El grupo cuenta con un stock de 715.000 vehículos cuya venta será una prioridad antes de la vuelta a la producción

Planta de Stellantis de Vigo / STELLANTIS

Planta de Stellantis de Vigo / STELLANTIS

Ángel González

22.04.2020 14:55h

4 min

La reactivaciób de al economía tiene un problema que el grupo PSA quiere atajar. Las fábricas de coches podrán empezar a funcionar antes de que lo hagan los concesionarios, con lo que existe riesgo de alimentar más el stock existente. Ante ese riesgo, PSA ha anunciado que no tiene prisa por reiniciar la producción hasta que se vuelvan a recibir pedidos. Con esa prioridad, la vuelta al trabajo de las plantas de PSA en España se retrasará.

PSA está preparada para el arranque de la actividad en sus plantas europeas, paralizadas por la crisis del coronavirus, pero solo empezará cuando lo justifique la reanudación de las ventas de coches e inicialmente a un ritmo inferior al de las matriculaciones. Este fue el principal mensaje del grupo automovilístico francés este martes con ocasión de la presentación de su facturación del primer trimestre, que bajó un 15,6 % hasta 15.179 millones de euros por efecto del desplome de las ventas en marzo a causa de la crisis de la COVID-19.

El director financiero del Grupo PSA, Philippe de Rovira recordó que la empresa no ha hecho ningún anuncio sobre las fechas de reanudación de la producción en sus plantas aunque estén "listos", e insistió en que únicamente ocurrirá una vez que despeguen las ventas.

El volumen de existencias permite disponer de un cojín de flexibilidad para el aumento de la cadencia cuando arranquen las cadenas de montaje y en una primera fase las cifras de producción serán inferiores a las de las ventas. El nivel de stock a finales de marzo era de 715.000 vehículos, 1.000 menos que un año antes para las mismas fechas.

Retraso en España

Los planes de la cúpula de PSA han alterado las previsiones iniciales con las que trabajaban las fábricas del grupo en España, que llegarona  barajar el día 20 de abril como fecha para la vuelta al trabajo. Finalmente, la reactivación ha quedado para mayo a la espera de tener una fecha. De hecho, la reapertura de los concesionarios en España se produciría, como muy pronto, a mediados de mayo o en la segunda quincena.

En los tres primeros meses de 2020, el descenso de las ventas fue del 29,2 % respecto al mismo periodo de 2019, con 627.024 vehículos. Ese descalabro no pudo ser compensado, ni de lejos, por la subida de gama de los coches comercializados (que tuvo un efecto positivo sobre los ingresos del 5,3 %) ni por el aumento de los precios (+0,5 %).

Para hacer frente al parón de la actividad, la compañía ha reducido el número de empleos eventuales de 7.000 a finales de febrero a 700 actualmente, y ha puesto al 90 % de sus trabajadores en suspensión temporal (ERTE). También ha recortado en un 90 % los gastos en mercadotecnia, que ha quedado limitada a la actividad en el terreno digital.

Gracias a todas esas disposiciones, PSA tenía al terminar el primer trimestre más de 19.200 millones de euros de liquidez, a los que se suma una línea de crédito de 3.000 millones y otra de su filial de componentes Faurecia.

Tavares ganó 7,6 millones en 2019

El responsable financiero insistió en la dificultad para hacer previsiones, ya que todo dependerá de la gravedad, la duración y la extensión geográfica de la crisis de la COVID-19, así como de las medidas tomadas por cada país para hacerle frente. PSA estima que el mercado automovilístico caerá en el conjunto del año un 25 % en Europa (el descenso podría ser del 80 % en abril y del 50 % en mayo), un 10 % en China, un 25 % en Latinoamérica y un 20 % en Rusia. Con esas perspectivas, la empresa mantiene su objetivo un margen operativo corriente de media superior al 4,5 % en la división automovilística para el periodo 2019-2021.

En ese contexto, el presidente de PSA, Carlos Tavares, recibió una remuneración total por su labor al frente de la compañía por importe de 7,602 millones de euros durante 2019, lo que representa una disminución del 0,4%, según recoge el informe anual de la compañía. El máximo responsable del Grupo PSA percibió una retribución fija y variable total de 5,23 millones de euros al término del pasado ejercicio, lo que supone un incremento del 6,7% en comparación con los 4,9 millones de euros del año previo.

Tavares ingresó 1,5 millones de euros en 2019 en concepto de salario fijo, la misma cifra que en 2018, mientras que su compensación variable se elevó hasta 2,48 millones de euros, un 3,3% de incremento. El Grupo PSA contabilizó un beneficio neto consolidado de 3.584 millones de euros durante el año pasado, lo que supone un aumento del 8,7% respecto a los 3.295 millones de euros contabilizados en 2018, según informó la empresa francesa.

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