Los trabajadores de Mahle han convocado tres jornadas de huelga —los días 23, 27 y 28 de octubre— en protesta por el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por el proveedor alemán del automóvil, que contempla la supresión de 740 puestos de trabajo en sus plantas españolas de Motilla del Palancar (Cuenca) y Paterna (Valencia).
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La decisión ha sido avalada por el 86% del personal que participó en el proceso de votación y responde al “rechazo absoluto” del plan de despidos, según informaron los sindicatos CCOO y UGT. La plantilla eleva así el tono de las movilizaciones tras la multitudinaria concentración celebrada esta semana a las puertas de la factoría conquense, a la que se sumaron miembros del comité europeo del grupo en apoyo a sus compañeros españoles.
En las asambleas celebradas este viernes, los representantes sindicales expusieron los avances de las negociaciones con la empresa y recogieron las inquietudes de los trabajadores, que acusan a Mahle de “falta de transparencia” y de mantener una “decisión premeditada” de reducir su capacidad productiva en España.
“La empresa no ha podido argumentar causas suficientes que justifiquen este recorte de personal. Sospechamos que el plan estaba decidido antes incluso de que cayeran los pedidos”, señalan los sindicatos en un comunicado conjunto.

Fábrica de Mahle en Motilla del Palancar (Cuenca) / GOOGLE MAPS
Un impacto social “devastador”
Los representantes de los trabajadores alertan de que la supresión de 550 empleos directos en Motilla del Palancar —a los que se suman 190 en Paterna— supondrá un golpe económico y social de gran magnitud. “Hablamos de un recorte que representa un 6% de la tasa de desempleo de la provincia (Cuenca)”, advierten desde CCOO.
La planta de Cuenca emplea a cerca de un millar de personas y sostiene un importante tejido de empresas auxiliares en la zona. “Apenas hace un año Mahle era puesta como ejemplo de crecimiento gracias a los fondos europeos del Perte VEC. No entendemos cómo ahora se plantea un hachazo injustificado e inasumible”, lamentan los sindicatos, que exigen a la dirección el mantenimiento del mayor número posible de empleos y garantías de viabilidad industrial para el futuro.
Mahle alega la baja demanda de eléctricos
La multinacional alemana ha justificado los despidos por la ralentización de las ventas de vehículos eléctricos y la infrautilización de sus plantas españolas. En un comunicado, Mahle señaló que el sector atraviesa “múltiples vientos en contra”, como las incertidumbres arancelarias, la desaceleración global de la automoción y la baja utilización de las instalaciones ligadas a la electrificación.
“Nuestros centros en España están actualmente extremadamente infrautilizados y no se espera que alcancen su plena capacidad en un futuro próximo”, indicó la compañía.
Mahle emplea actualmente a unas 2.500 personas en España, repartidas en ocho centros de producción, y fabrica componentes tanto para vehículos eléctricos como para motores de combustión limpia. El grupo, que cerró 2024 con una facturación de 11.681 millones de euros (un 5,6% menos que el año anterior), ha iniciado un giro estratégico hacia China, donde prevé el mayor crecimiento del negocio eléctrico.
Una reestructuración que se repite
La planta de Motilla del Palancar no es la primera afectada por los ajustes del grupo en España. En 2022, Mahle cerró su fábrica de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), dejando sin empleo a 343 trabajadores.
Pese a los recortes, la compañía asegura que mantiene su compromiso con la electrificación dentro del plan estratégico “MAHLE 2030+”, con el que busca liderar el desarrollo de soluciones tecnológicas de alto rendimiento cuando los mercados se estabilicen.
Mientras tanto, los próximos días se presentan decisivos en la negociación del ERE. Los sindicatos ya han adelantado que endurecerán las protestas si la empresa no ofrece medidas para minimizar los despidos y garantizar la viabilidad del empleo industrial en la comarca.