“Este auto podría ser sistemático, hidromático, ultramático... ¡podría ser Greased Lightning!”. La frase, inmortalizada por John Travolta en la película Grease (1978) en un viejo Ford, resonó de nuevo durante la recreación de la icónica escena que un grupo de estudiantes de cine de ESCAC y de interpretación y baile han llevado a cabo como ejercicio artístico para actualizar el famoso descapotable como un Mini Cabrio, con la colaboración de Coche Global.
Bajo la dirección de Helena Fuentes y con Xavier Martí metiéndose en la piel de Danny Zuko, el equipo devolvió a la vida el espíritu de Grease, pero con un giro inesperado: el icónico Ford De Luxe de 1948 se transformó en un Mini Cabrio 2025. La premisa era tan simple como atrevida: ¿cómo sería el Greased Lightning si la historia de Danny y Sandy se rodara hoy? ¿Qué coche simbolizaría la rebeldía?
De América al Reino Unido
El original Greased Lightning nació en la América de posguerra, cuando el cromo y los motores V8 eran sinónimo de libertad. El nuevo protagonista viene de otro mundo: el Mini Cooper Cabrio, fabricado en Oxford, es un símbolo del diseño británico reinventado. Tras un parón por la electrificación de la fábrica, el descapotable regresa más puro que nunca pero impulsado por motores de gasolina de hasta 231 caballos que rugen con nostalgia y con "espíritu libre", según la marca.
Su capota blanda se abre en 18 segundos, el tiempo justo para que suene un estribillo de Summer Nights, y su interior, con pantalla OLED circular y materiales reciclados, mezcla modernidad y estética retro. Muy adecuado para hacer un guiño a la época de los coches clásicos como la que aparece en Grease.
Rodaje de la escena de Grease
Versión actual de un clásico del cine
En la recreación rodada por la ESCAC, el Mini Cabrio no solo sustituye al Ford De Luxe: se convierte en un símbolo de transición generacional. Bajo las luces del plató, los jóvenes actores reinterpretan el espíritu libre de los años 50 en clave contemporánea. La cámara, una vieja máquina que graba en celuloide, captura ese mismo deseo de transformación que impregnaba la historia original.
Durante nuestra propia prueba a fondo por carretera, el Mini Cooper Cabrio C (163 CV) se comportó como un auténtico actor principal. Su dirección precisa y su agilidad recordaron que, más que un coche, el Mini es diversión sobre ruedas. En modo Go Kart, el habitáculo se ilumina con tonos eléctricos y el equipo de sonido resuena con un timbre que bien podría acompañar los pasos de Danny Zuko.
El Ford De Luxe original fue, en su tiempo, un símbolo de ingenio popular: un viejo coche familiar desvencijado transformado por un grupo de jóvenes en un resplandeciente bólido cromado descapotable. En 2025, 47 años después del estreno de Grease y 77 años después del lanzamiento del turismo original, un viejo Seat Córdoba en el que trabajan Danny y su pandilla en un desguace de Terrassa se convierte en sus sueños en el descapotable Mini Cabrio en un plató de Banzai Studio en Badalona.
