El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), con sede en O Porriño, ha anunciado un ajuste laboral de gran alcance que incluye 150 despidos y un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 110 días para el resto de la plantilla. La medida, comunicada a los sindicatos, responde a la caída de proyectos de I+D y a un deterioro económico vinculado a la crisis del sector de la automoción, que está frenando las inversiones.
La dirección del CTAG argumenta razones productivas y económicas para justificar tanto la reducción de empleo como el recorte de jornada y sueldos que implicará el ERTE. Según ha trasladado a los representantes sindicales, el centro sufre una disminución de ingresos y una reducción de las subvenciones públicas que hasta ahora sostenían parte de su actividad investigadora.
Además, el CTAG apunta a un entorno internacional adverso, marcado por la incertidumbre económica, los aranceles y la competencia creciente de China, factores que están afectando a toda la cadena de valor de la automoción europea.
Uno de los ajustes más duros
El ajuste afectaría a 150 trabajadores de una plantilla cercana a 900 empleados, mientras que el resto sufriría una suspensión temporal de contrato equivalente a más de cinco meses de actividad.
“Son los números más altos que se han dado en el sector”, ha asegurado Hugo Méndez, representante de la CIG, que ha recordado que el reciente ERE de Stellantis, “que ya fue una barbaridad”, contemplaba 90 días de regulación. La CIG considera que el número de afectados es “excesivo” y ha pedido “calma y transparencia” para estudiar en detalle la memoria económica presentada por la dirección. “Nuestra intención es reducir al mínimo posible el impacto y buscar alternativas”, ha señalado Méndez.
Por su parte, David Casal, de CCOO, ha admitido que la situación es “compleja pero aún abierta”. El sindicato pretende que la negociación sirva para garantizar salidas voluntarias, proteger el empleo cualificado y asegurar la viabilidad del centro. Casal ha precisado que “no hay despidos inmediatos”, ya que el proceso cuenta con plazos legales: tras la notificación, se abre un período de siete días para constituir la comisión negociadora. “Nuestra prioridad es que el proceso se gestione con diálogo, transparencia y garantías para toda la plantilla”, ha insistido.
Creado en 2002, el CTAG se ha consolidado como referente en investigación aplicada, robótica, conectividad y vehículos inteligentes, colaborando con fabricantes como Stellantis y otros grupos europeos. Sin embargo, la reducción de contratos tecnológicos y de fondos públicos ha puesto en riesgo parte de sus líneas de desarrollo.