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El Rey, Pedro Sánchez, Reyes Maroto y Wayne Griffiths observan a Herbert Diess (VW) / SEAT

El Rey, Pedro Sánchez, Reyes Maroto y Wayne Griffiths observan a Herbert Diess (VW) / SEAT

La 'nacionalización' del coche eléctrico

El proyecto de planta de baterías y de turismo eléctrico de Seat muestra la vuelta a la filosofía del 600 con fondos públicos

Toni Fuentes

07.03.2021 00:00h

3 min

El espíritu del Seat 600 sobrevoló el auditorio del Cupra Garage de Seat en Martorell en el acto institucional del 70 aniversario, en el que se esbozó el plan de electrificación de la marca. Wayne Griffiths, presidente de Seat y Cupra, apelaba a la labor de la marca para que la movilidad fuera accesible para la sociedad española de hace 70 años como piedra fundacional para "poner a España sobre ruedas eléctricas". El proyecto de planta de baterías impulsada por un consorcio del que forman parte Seat y el Gobierno y la futura producción de un coche eléctrico en Martorell son un ejemplo de una tendencia subyacente en la automoción: la 'nacionalización' del coche eléctrico.

El acto que reunió en Martorell al Rey, Pedro Sánchez, el presidente de Volkswagen, Herbert Diess, Wayne Griffiths y Stefan Piëch y Mark Porsche (representantes de las familias que controlan el consorcio alemán) fue algo así como una junta de accionistas del proyecto de movilidad eléctrica. De los 5.000 millones en los que Reyes Maroto ha cuantificado la inversión que supondrá el proyecto de planta de baterías, ecosistema de movilidad eléctrica y fabricación de vehículos, "en principio, habrá más aportación privada que pública", según dijo la ministra en una entrevista con La Vanguardia.  

Retorno de las inversiones

Desde el primer momento, los fabricantes y vendedores de automóviles han advertido de que el nuevo modelo de negocio de los vehículos propulsados por baterías requiere del apoyo público para amortiguar los costes de la nueva tecnología y acelerar su implantación en un mercado basado en el petróleo desde hace más de 100 años. Las inversiones del sector en electromovilidad siguen creciendo, incluso durante la pandemia, tal como muestra el barómetro Auto Mobility Trends

Sin embargo, el retorno de esas inversiones es, en el mejor de los casos, a largo plazo y supeditado a la inyección de recursos públicos en toda la cadena de valor de la nueva movilidad eléctrica, desde la extracción de litio hasta los incentivos para la venta de coches eléctricos pasando por la producción de baterías y el ensamblaje de los nuevos vehículos. 

Las convocatorias de subvenciones, créditos blandos y otros tipos de ayudas públicas están enfocándose en la transición ecológica de la automoción con todas las implicaciones que conlleva, entre las que hay que tener muy en cuenta el impacto que tendrá esa revolución en el empleo de las fábricas. Esas líneas de apoyo se verán sustancialmente ampliadas con los nuevos fondos europeos de reactivación económica Next Generation EU, que acturán como palanca para los nuevos proyectos de baterías que jalonarán toda la geografía del viejo continente. 

Accionistas públicos

Los grandes grupos automovilísticos europeos Volkswagen, Stellantis y Renault ya están acostumbrados a tener entre sus accionistas a lo estados de sus países de origen pero ahora darán un paso más para aliarse con los gobiernos que tienen la llave de los nuevos fondos públicos imprescindibles para la movilidad eléctrica. 

El nuevo escenario recuerda a los tiempos que rememoraba Wayne Griffiths de los orígenes de Seat, en los que la automoción se extendió a bordo del 600 con el sello del Instituto Nacional de Industria (INI), lo mismo que sucedía en en el resto de países europeos. La movilidad eléctrica arranca con una 'nacionalización' de facto.  


El barómetro Auto Mobility Trends crece para tomar el pulso de las empresas de movilidad en la edición de 2021 del primer sondeo transversal del sector. Participa en la encuesta en este enlace.

 

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