El grupo BYD, mayor fabricante de vehículos electrificados del mundo, está a punto de asignar a España una nueva fábrica de automóviles, según reveló la agencia Reuters citando fuentes conocedoras del proceso. La planta sería la tercera base europea de producción de la marca china, que ya cuenta con factorías en Hungría y Turquía, dentro de su estrategia para abastecer el mercado europeo con fabricación local.
España se perfila como la opción favorita por sus costes competitivos de producción, su sólida red energética limpia y su ecosistema industrial consolidado, aunque la decisión definitiva —que se espera antes de fin de año— deberá contar con la aprobación de las autoridades chinas.
“España sería un lugar ideal para ampliar nuestra huella de fabricación europea, por su infraestructura industrial y su electricidad asequible”, señaló recientemente Alberto De Aza, director general de BYD Iberia.
La nueva planta reforzaría la ambición del Gobierno español de convertir al país en un centro europeo de electromovilidad. Desde 2020, el Ejecutivo impulsa el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, dotado con 5.000 millones de euros, que ha servido como imán para grandes proyectos industriales internacionales.
Precedentes de inversión china en España
La posible llegada de BYD se enmarca en un nuevo ciclo de inversiones chinas en la automoción española. En 2024, Chery selló una alianza con Ebro para reindustrializar la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, un proyecto que simboliza la recuperación de un polo industrial histórico y que incluye planes para abrir un centro de I+D propio.
En paralelo, CATL, el mayor fabricante mundial de baterías, participa junto a Stellantis en una gigafactoría en Zaragoza, mientras Envision AESC avanza en la construcción de otra planta de celdas en Extremadura. Estos movimientos consolidan el papel de España como plataforma clave para la producción de vehículos eléctricos y componentes en Europa, y refuerzan los lazos industriales con China en plena reconfiguración global del sector.
Nuevas reglas para atraer inversión: “Inversiones bien hechas”
El interés de BYD coincide con el nuevo enfoque del Gobierno español para captar inversión extranjera bajo criterios de calidad, arraigo y compromiso a largo plazo. Durante la presentación del Barómetro Auto Mobility Trends 2025, celebrada en Casa Seat (Barcelona), el secretario de Estado de Industria, Jordi García Brustenga, defendió un modelo que combine competitividad, innovación y estabilidad.
“Competimos en precio, pero pedimos que las empresas extranjeras que llegan a España se arraiguen. No se trata solo de ensamblar, sino de producir, innovar y crear empleo de calidad”, subrayó García Brustenga.
El responsable avanzó que el Plan Auto 2030 incorporará un estándar para identificar las “inversiones bien hechas”, es decir, aquellas que generen producción real, tracción de proveedores locales, empleo estable y centros de innovación. Como ejemplo, citó precisamente el caso de Chery con Ebro, que ha pasado del ensamblaje inicial a un modelo de producción completa con vocación tecnológica.
“Chery empezó ensamblando, pero ya tiene previsto producir de forma completa y abrir un centro de I+D. Eso es arraigo, eso es una inversión bien hecha”, destacó García Brustenga.
Una oportunidad estratégica para España y BYD
Para BYD, España representa una puerta de entrada natural al mercado europeo y un punto logístico privilegiado para distribuir vehículos eléctricos tanto en el continente como en el norte de África.
Su apuesta por la producción local responde también a la necesidad de evitar los aranceles de la UE a los vehículos fabricados en China y de reducir los riesgos políticos y comerciales en el actual contexto geoeconómico.
Las ventas de BYD en Europa crecieron un 280 % en los primeros ocho meses de 2025 frente al año anterior, impulsadas por su gama de eléctricos e híbridos enchufables. La marca ha reforzado su red comercial en España, donde prevé llegar a 100 puntos de ventas durante este año.