La irrupción de la crisis sanitaria y, a continuación, de la crisis económica ha puesto en tela de juicio el ritmo de la transición energética. Hasta el punto de que algunas voces en el sector del automóvil piden priorizar la recuperación. Sin embargo, para Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), es importante mantener la descarbonización y no "buscar como excusa esta situación generada para dejar de plantear los objetivos que teníamos".

"No tiene nada que ver una crisis económica con otra que tenemos (en referencia al cambio climático)", advierte Arturo Pérez de Lucía desde el confinamiento en la serie de entrevistas en las que los líderes de la automoción responden la pregunta de #ComoSalimosDeLaCrisis. Es la misma pregunta que hace la encuesta Auto Mobility Trends a las empresas del sector en estos momentos. 

"Abandonar los objetivos de descarbonización por el Covid -dice Pérez de Lucía- podría significar lo mismo que si a una persona enferma de cáncer le dijéramos que deje el tratamiento porque se ha quedado en paro. Lo que tenemos es un cáncer en forma de emisiones de CO2 y mala calidad del aire. Es una necesidad que tenemos, el planeta nos da señales importantes. No debemos buscar como excusa esta situación generada para dejar de plantear los objetivos que teníamos".

A su juicio, "ahora tenemos la posibilidad para impulsar los objetivos de descarbonización y adaptar nuestra economía y la gestión energética a lo que nos va a reclamar el mundo en los próximos años. Paralizar esa ambición solo significará que cuando retomemos el camino estaremos en una posición más retrasada".

Alternativa al transporte público

Los cambios motivados por la necesidad de frenar el virus pueden abrir ventanas de oportunidad. "Se está empezando a ver que es muy eficiente teletrabajar porque permite la no movilidad o desplazarse al trabajo sin ir todos al mismo tiempo con atascos importantes". 

En ese contexto, la pérdida de competitividad del transporte público puede beneficiar al coche eléctrico compartido. "Será un factor importante cómo afectará todo esto al transporte público. Afectará a la capacidad del transporte público a dar respuesta a los ciudadanos, que tendrán cierto resquemor a utilizarlo. Ahí hay servicios de movilidad compartida con vehículos eléctricos que tendrán una oportunidad de ofrecer soluciones de intermodalidad asociados al transporte público colectivo"

Aedive ha hecho llegar al Gobierno sus recetas para salir de la crisis y dar un nuevo impulso a la movilidad eléctrica. "Era una reclamación que ya habíamos hecho de tener un plan de incentivos coherente, ambicioso, continuado en el tiempo y sencillo en su tramitación, eran claves básicas desde que se empezarona implementar ayudas a la movilidad eléctrica. Llevamos casi 10 años con estos planes que no han sido nada eficientes. El IDAE trabaja intensamente en ello y entendemos que debe ser continuar con ese objetivo con independencia de la crisis sanitaria".

Para conseguirlo, las empresas relacionadas con la movilidad sin emisiones plantea a las administraciones que den a la industria "las herramientas para que el esfuerzo que hace se pueda ejecutar de la forma más eficiente", así como implementar "ventajas fiscales que den señales de compra a los usuarios para que puedan entender que es interesante hacer esa transición hacia la movilidad eléctrica". 

Ayudas fiscales

"Somos conscientes de que la movilidad eléctrica -asegura el responsable de Aedive- no lo va a resolver todo y que van a convivir muchos sistemas de propulsión durante muchos años pero la movilidad eléctrica cobrará cada vez más importancia porque es el único sistema energético capaz de interactuar con el sistema eléctrico en un mundo en el que cada vez se piden más necesidades eléctricas y donde el vehículo eléctrico será un eje para impulsar las energías renovables, la generación distribuida, el almacenamiento energético y el autoconsumo".

Las peticiones del clúster de la movilidad eléctrica conviven con las de la industria automovilística, que reclama un plan Renove con 300 millones que incluya ayudas a los coches diésel y de gasolina. Arturo Pérez de Lucía tiene una opinión diferente. "Los vehículos de combustión hace muchos años que están en el mercado y no necesitan un incentivo especial. La movilidad eléctrica no es nueva porque lleva más de 100 años entre nosotros pero sí desde su implementación social y necesita una serie de ayudas hasta que logre equilibrar el diferencial entre producción y demanda. Entendemos que la movilidad basada en la combustión es sobradamente conocida. No vemos la necesidad de primar algo que ya se conoce, está posicionado en el mercado, tiene una curva de varias décadas frente a una tecnología que necesita ese impulso por parte de las administraciones".

Desde Aedive se espera que los fabricantes e vehículos continúen con los lanzamientos de vehículos eléctricos planificados. "Las empresas de automoción tenían planes muy ambiciosos de impulso de la movilidad eléctrica. Lo inteligente es seguir vinculados a esos objetivos", dice Pérez de Lucía.

Competitividad de la industria

Según el director general de Aedive, no solo está en juego la lucha contra el cambio climático sino también la competitividad de la industria española. "En un país como el nuestro en el que más del 85% de lo que se produce se exporta tenemos que tratar de hacer que sea un mercado atractivo y donde se desarrollen modelos y que los órganos de decisión de esas fábricas que están fuera de nuestro país decidan fabricar vehículos eléctricos en España con el fin de mantener los niveles de competitividad, de empleo y tecnológico".

La recuperación macroeconómica es probable que se produzca de forma rápida, según Arturo Pérez de Lucía, pero no tanto en los bolsillos de los ciudadanos. "La gente tendrá menos poder adquisitivo. Quizá el día de mañana hay que pensar que la democratización de la movilidad implica poder disponer de vehículos en lugar de tener un vehículo en propiedad, sino de que a través de flotas ya sean de renting o de sharing para dar soluciones a los ciudadanos poniendo a su disposición vehículos en este caso eléctricos".

Las ventajas de esa vía son múltiples: reducción de costes para los usuarios en comparación con el régimen de propiedad de un turismo, liberación de espacio porque un vehículo compartido equivale a 10 vehículos particulares, mejora en las emisiones y también la seguridad vial al optimizar el mantenimiento en comparación con el parque avejentado al que se podría retirar de circulación.

El barómetro Auto Mobility Trends es una iniciativa de la web Coche Global y la consultora YGroup Companies que pretende ofrecer al sector una herramienta transversal de diagnóstico de la evolución de la automoción en un momento que ya era de gran incertidumbre antes de la actual crisis debido a la transición energética y los nuevos hábitos de consumo. La primera oleada del sondeo se llevó a cabo justo en febrero, cuando empezaban a verse los efectos del Covid-19.