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España, la tortuga de Europa en movilidad eléctrica

El país cae al tercer puesto en la cola debido principalmente al lento avance de la red de carga pública, según el Barómetro de Anfac

Punto de carga de coches eléctricos e híbridos

Punto de carga de coches eléctricos e híbridos

Redacción Coche Global

12.05.2021 13:45h

3 min

España sigue sin hacer sus deberes en materia de electrificación de la movilidad. Aunque mejoran las ventas de vehículos eléctricos, la lentitud en el despliegue de la red de puntos de carga públicos sitúa a España como tercer país a la cola de Europa, según el Barómetro de Electromovilidad de Anfac.

El informe que elabora trimestralmente Anfac indica que entre enero y marzo de 2021 España mejoró en 2,3 puntos, hasta lograr una nota de 20,9 puntos, en el indicador global de electromovilidad, que evalúa tanto la penetración de los vehículos electrificados, como la instalación de infraestructuras de recarga públicas.

Sin embargo, el resto de Europa avanza con más rapidez con una puntuación media europea de 44,5 puntos, lo que supone una mejora de más de 4 puntos respecto al trimestre anterior. La discrepancia de velocidad en la electrificación acentuó la brecha entre España y el resto de los países de su entorno.

Talón de Aquiles de la electrificación

El Talón de Aquiles de la electrificación de la movilidad es, principalmente, la insuficiente red de recarga pública. En el último trimestre, los puntos de recarga de acceso público en España registraron un incremento del 34 %, hasta alcanzar los 11.517, ha valorado Anfac, que, no obstante ha advertido de que el crecimiento se produce en niveles potencia asociados a carga lenta, inferior o igual a 22 kilovatios (kW). El resultado es que el desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público sólo mejoró 2,2 puntos y alcanzó una valoración global de 7,8 puntos sobre 100.

 

En cambio, el crecimiento de las ventas de los vehículos electrificados en el primer trimestre, que triplicaron a las de 2019 (antes de la pandemia), elevaron la nota de este apartado hasta los 34 puntos (+2,4 puntos).

A la cabeza de la clasificación se mantienen países como Noruega (298,5 puntos), Holanda (289,3 puntos), Alemania (62,7 puntos), Reino Unido (48,8 puntos), Francia (48,7 puntos) y Portugal (45 puntos).

Pese a sumar puntos, España descendió un puesto en la clasificación europea y pasó a situarse la tercera por la cola, superando sólo a Hungría y República Checa, y por debajo de Italia, que nos superó al mejorar en 5,9 puntos debido al incremento de la demanda que ha provocado el plan de ayudas para la compra de electrificados puesto en marcha en el país transalpino.

Autonomías más electrificadas

En el ámbito nacional, cuatro comunidades autónomas se situaron por encima de la media de España, encabezadas por Madrid, que mejoró 3,3 puntos y sumó un total de 28,4 puntos. Baleares fue la comunidad que registró un mayor avance, con un crecimiento de 4,4 puntos y una puntuación global de 26,8 puntos, y también se situaron por encima de la media Cataluña y Asturias, con 24 y 21 puntos, respectivamente.

"Nos encontramos en un punto de inflexión crucial. Si queremos que la electromovilidad sea una realidad, es hora de implantar medidas eficaces que, con el apoyo de la Administración, aceleren la transición del vehículo y, por lo tanto, cumplamos con los objetivos de descarbonización y de renovación del parque. Hay una amplia oferta, pero todavía una escasa demanda", ha destacado el director general de Anfac, José López-Tafall.

No obstante, ha confiado en que en los próximos trimestres se dejen notar los efectos del Plan Moves 3 , que aumenta las ayudas por la compra de eléctricos e híbridos, aunque todo dependerá de la agilidad de las autonomías a la hora de gestionar los fondos. "Estas ayudas son muy necesarias, pero es igualmente necesario avanzar en las medidas y gobernanza del despliegue de infraestructuras, así como no introducir incertidumbre en la ciudadanía, darle tranquilidad sobre el futuro de la movilidad y los vehículos", ha advertido el directivo.

En este sentido, ha abogado por consolidar herramientas útiles y que funcionan, como las etiquetas de la DGT, para que el consumidor pueda elegir su vehículo en función de sus necesidades y se impulse la electromovilidad en base a sus beneficios en mejora de la calidad del aire. 

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