El eterno dilema del huevo o la gallina ha reaparecido también en la nueva movilidad eléctrica. Lo puso sobre la mesa Wayne Griffiths, presidente de Seat y Cupra, que advirtió de que los planes para producir un coche eléctrico en Martorell se pueden quedar en agua de borrajas si no despega de una vez el mercado de los vehículos electrificados en España.
En este caso, ¿qué es lo primero, la oferta de modelos eléctricos o la demanda? El mercado no para de recibir nuevos lanzamiento de modelos eléctricos e híbridos, pero las ventas suben a una velocidad demasiado lenta, según recordó el presidente de Seat. Su último modelo eléctrico, el Cupra Born, tendrá que buscar otros mercados europeos para encontrar a clientes puesto que España está a la cola de Europa en electrificación, tal como recordó Griffiths
Quejas a Roger Torrent
El diagnóstico sobre porqué los coches eléctricos van más lentos en España que en otros países europeos está meridianamente claro: las ayudas globales, tanto las directas como las fiscales, son más bajas, tenemos menos puntos de carga y, también, por la renta per cápita más reducida especialmente en momentos de crisis como el actual.
De esa lista de problemas, los dos primeros se pueden abordar con más rapidez gracias a la colaboración de las administraciones. Griffiths puso como ejemplo la lentitud en la implementación del Plan Moves 3 por parte de las comunidades autónomas. Probablemente tuvo oportunidad de trasladar esa queja a Roger Torrent, el nuevo consejero de Empresa, en su visita acompañado de cámaras convocadas por él político de ERC.
Torrent aseguró, tras una visita que pretende reconciliar al Govern con Seat, que la Generalitat catalana dará las máximas ayudas para que Martorell pueda producir coches eléctricos. Pero mientras tanto, la Generalitat ya ha anunciado que agotará el plazo máximo de tres meses para publicar el reglamento del Plan Moves 3, a pesar de disponer ya de los fondos. Los compradores de coches tienen que esperar a esa publicación para solicitar la subvención. Cuando vamos camino de cumplir los dos meses, todavía no hay ninguna autonomía que haya publicado su reglamento.
Más medidas acertadas y menos postureo
Al mismo tiempo, la Generalitat pone en marcha el cobro del nuevo impuesto del CO2, que supone un nuevo gravamen sobre coches de combustión interna como los que fabrica todavía la planta de Seat o la de Nissan en su cuenta atrás para cerrar.
Para resolver el dilema del huevo o la gallina en la movilidad eléctrica es necesario menos postureo y más medidas acertadas. Como el plan Renove del País Vasco, que dará incentivos más reducidos a coches diésel y de gasolina de última generación y eficientes. Se trata de impulsar el coche eléctrico de verdad y de facilitar la transición de la industria basada en el petróleo.
