Es el sueño para muchos. Además de montar complicadas estanterias, armarios y cocinas, ¿por qué no montar un coche eléctrico de Ikea? Es cierto que el manual de instrucciones sería algo más complicado, pero "en unas pocas horas" se podría montar el singular utilitario urbano eléctrico Höga, que significa alto en sueco y que es una propuesta de un joven diseñador de Detroit.
Desde el corazón de la industria de automoción de Estados Unidos, Ryan Schlotthauser ha planteado como proyecto de tesis doctoral un ejercicio de coche eléctrico con el revolucionario sistema de empaquetado y montaje de Ikea. De momento es un ejercicio teórico, pero quién sabe cómo puede acabar en los tiempos de la nueva movilidad. Este proyecto sigue los pasos de otras iniciativas que también han intentado condensar con el formato de Ikea un coche que se tarda alrededor de 24 horas en ser ensamblado en una fábrica.
El Höga consta de 374 piezas que se venden en los habituales paquetes planos con los que Ikea ha revolucionado la logística y la venta de mobiliario. Como si se tratara de un Lego, siguiendo las instrucciones sería posible montar el utilitario eléctrico en unas pocas horas, según el autor del proyecto, que también ha previsto talleres todos los sábado para enseñar a los usuarios cómo ensamblar su propio coche.
Liga de los microcoches
El coche de Ikea está inspirado en la tecnología de vehículos eléctricos de Renault y se inscribiría en la liga de los nuevos microcoches urbanos sin carnet como el nuevo Citroën Ami, el Renault Twizy o el proyecto del Seat Minimó. Su diseño emula el de una habitación con una forma de A y con puertas delantera y trasera. Su carrocería estaría hecha de plástico, como en el caso del Ami, con el fin de ser reutilizado en otros elementos por Ikea.
Las baterías estarian instaladas en la base del vehículo, como hacen la mayoría de los nuevos coches eléctricos para dar más espacio al habitáculo y al maletero.
Al igual que otros modelos de producción en fábricas, la conectividad del Höga estaría vinculada al 'smartphone' de cada usuario, que actuaría de sapicadero del vehículo.
A pesar de estar concebido como un coche para montárselo uno mismo, su precio sería de unos 6.500 euros, según el proeycto de tesis mencionado. Este puede ser uno de sus elementos en contra al tratarse todavía de un precio elevado muy próximo al del Citroën Ami, que lo compras ya montado. El futuro de este proyecto dependerá de Ikea y del consejero delegado de Renault, Luca de Meo, que se caracteriza por sus propuestas vanguardistas.
