Renault ha presentado un primer semestre de 2025 con luces y sombras. El grupo francés aumentó sus ventas globales un 1,3 % interanual, alcanzando 1,169 millones de unidades. Sin embargo, la rentabilidad de Renault se resintió en un contexto internacional exigente y marcado por la presión en costes y márgenes.
El crecimiento de ventas en Europa, su principal mercado, fue del 5,4 % (706.106 unidades), con el Renault Clio y el Dacia Sandero como modelos más vendidos. Sin embargo, el margen operativo cayó en el segundo trimestre hasta el 6 %, frente al más del 7 % anunciado previamente, lo que ha obligado a la compañía a recortar su previsión de margen anual al 6,5 %, según el aviso que hizo la firma la semana anterior.
Eléctricos e híbridos tiran de la marca
Por marcas, Renault vendió 808.413 vehículos en todo el mundo (+2,7 %), impulsada especialmente por los vehículos electrificados, que ya suponen el 59 % de las ventas de turismos en Europa. En el primer semestre, las ventas de eléctricos Renault en Europa crecieron un 57 %, hasta 63.800 unidades, gracias al éxito del R5, mientras que los híbridos sumaron 162.300 unidades, un 36 % más, consolidando a la marca como la segunda en Europa por este tipo de motorización.
Fuera de Europa, Renault creció un 16,3 %, con fuertes avances en América Latina (+23,9 %), liderados por Argentina (+96,7 %) y Colombia (+36 %). También destacó el crecimiento en Corea del Sur (+150,3 %) y Marruecos (+48,1 %).
Dacia y Alpine, caras opuestas
Dacia, por su parte, registró un ligero descenso global del 0,7 %, con 356.084 unidades vendidas, aunque en Europa subió un 1,1 % gracias al Spring eléctrico (+62,5 %) y a la buena acogida del nuevo Bigster. En el lado positivo, Alpine casi duplicó sus ventas en Europa (+89,8 %, hasta 4.871 unidades) gracias al impulso del A290, su nuevo modelo urbano deportivo.
El nuevo director general interino, Duncan Minto, que sustituye a Luca de Meo tras su marcha a Kering (Gucci), debutó con un aviso de unos resultados peores de lo esperado. Renault también rebajó su previsión de flujo de caja libre para el año, que pasa de más de 2.000 millones de euros a un rango de 1.000-1.500 millones, tras desplomarse hasta 47 millones en el último trimestre debido a un impacto negativo en capital circulante de 900 millones.
Aunque Renault mantiene su posición como segundo fabricante más vendido de Europa, la caída de rentabilidad evidencia los retos de su estrategia de priorizar valor sobre volumen en un entorno de costes crecientes y electrificación acelerada. Con un segundo semestre marcado por lanzamientos clave como el Renault 4 E-Tech y nuevas versiones híbridas de Austral y Espace, el grupo francés deberá demostrar que puede convertir su crecimiento eléctrico en un modelo de negocio rentable y sostenible, ahora con Duncan Minto al timón en espera del nuevo CEO definitivo.