Industria

La última misión de Luca de Meo en Renault

Luca de Meo cierra un acuerdo con un fondo de inversión de China para financiar la filial eléctrica Ampere mientras Renault decide su relevo

Luca de Meo firma un acuerdo con Geely para Brasil

Luca de Meo firma un acuerdo con Geely para Brasil

Toni Fuentes

13.07.2025 21:18h

3 min

Luca de Meo abandona Renault el 15 de julio pero antes ha llevado su última misión para dejar atada una pieza clave de su visión estratégica: la conexión directa con la innovación china para sostener la ofensiva eléctrica del grupo francés. A pocos días de su marcha hacia el gigante del lujo Kering, donde tendrá que reimpulsar Gucci, el ejecutivo italiano ha cerrado un acuerdo con CICC Capital PE y otros socios industriales chinos para financiar Ampere, la filial 100% eléctrica de Renault.

El movimiento confirma su sello: pragmatismo industrial sin complejos geopolíticos. Aunque Renault apenas tiene cuota en el mercado automovilístico chino, de Meo asume la realidad que domina la nueva movilidad: China es hoy el laboratorio global del coche eléctrico. Y Ampere, tras abortar su salida a bolsa y la progresiva marcha de Nissan de la alianza, necesita inversión para competir con sus rivales asiáticos. El fondo firmado en Hangzhou canalizará recursos hacia baterías, conducción inteligente, digitalización e inteligencia artificial aplicada al vehículo. Sectores en los que China marca la referencia mundial.

Lazos de Renault con China

La fórmula elegida, un fondo de inversión y no una joint venture tradicional o la compra de una participación, permite a Ampere acceder al ecosistema tecnológico chino sin asumir directamente sus costes industriales. Es un atajo ágil: conectarse con la innovación asiática manteniendo el centro de gravedad de producción en el polo de electrificaicón del norte de Francia. Un paso coherente con la estrategia que De Meo construyó desde su llegada en 2020 procedente de Seat: electrificación acelerada, nueva arquitectura industrial (Ampere y ElectriCity) y reposicionamiento de marca con modelos icónicos como el Renault 5 E-Tech Electric, que acaba de convertirse en Coche del Año 2025 tras el Scénic en 2024, junto al R4 y el nuevo Twingo.

Luca de Meo, en la presentación de su nuevo libro

Luca de Meo, en la presentación de su nuevo libro

Precisamente el nuevo Twingo se ha gestado en buena parte en una nueva instalación en Shanghai, llamada Advanced China Development Center. Los diseñadores e ingenieros ubicados en Shan ghai, en contacto con la innovación china, tenían el reto de desarrollar un coche eléctrico urbano que se pueda fabricar en Europa (Eslovaquia) y vender por menos de 20.000 euros. "Necesitamos estar en el centro del juego, y esto es China", dijo Luca de Meo a China Daily en una entrevista.

Con este acuerdo en Ampere, dirigida por el español Josep Maria Recasens, Luca de Meo va en la misma dirección que con la estrategia aplicada en Horse, la filial de combustión e híbridos, en la que se dio entrada como socios a la china Geely y a la petrolera saudí Aramco.

Elección del nuevo CEO de Renault

Sin embargo, el momento del acuerdo de Ampere revela su dimensión simbólica. No parece un simple anuncio de última hora, sino un legado estratégico: dejar a Ampere conectada con el futuro tecnológico global antes de su salida. Porque Renault afronta ahora un cambio de liderazgo sin cerrar su transición eléctrica. La compañía anunciará probablemente un CEO interino este 15 de julio mientras decide entre Denis le Vot (Dacia), François Provost (Compras y Alianzas) y Maxime Picat (ex-Stellantis Europa) como sucesor definitivo.

La incógnita de la sucesión coincide con la necesidad urgente de financiación para Ampere, que prepara sus próximos lanzamientos eléctricos en un contexto de costes crecientes y márgenes ajustados. El fondo chino-francés podría aliviar parte de esa presión, pero la pregunta sigue abierta: ¿podrá Renault sostener el ritmo de inversión necesario en plena pugna global por la electrificación sin un liderazgo sólido y continuista?

De Meo se va, pero su visión queda clara: Europa no puede electrificarse de espaldas a China. Ampere inicia así una nueva etapa, menos dependiente de la matriz y más conectada con el este, un movimiento que redefine su papel como actor global. Será tarea del próximo CEO mantener ese delicado equilibrio entre autonomía industrial y dependencia tecnológica asiática.

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