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Ford Kuga Hybrid reta al diésel en nuestra prueba

Hemos comprobado el rendimiento y las prestaciones de la versión autorrecargable FHEV del SUV fabricado en Valencia

Ford Kuga Hybrid PHEV en la prueba de Coche Global

Toni Fuentes

03.04.2021 00:12h

4 min

Ahora que los coches diésel están de capa caída, hay que buscar alternativas. Entre la creciente y variada oferta de modelos electrificados, hay uno que tiene el mismo espíritu del diésel con una promesa de 1.000 kilómetros de autonomía, una meta propia de un turismo de gasóleo. Se trata del Ford Kuga Hybrid (FHEV), la versión autorrecargable con etiqueta Eco del popular SUV de la marca norteamericana que se fabrica en Valencia. Lo hemos sometido a una prueba a fondo para la sección Car Review & Rating durante varios días en los que hemos podido comprobar si cumple con lo prometido. 

En el ámbito de la electrificación, los modelos más vendidos son sin duda los híbridos no enchufables por varios motivos. Son vehículos más parecidos a los de combustión interna, no tienen la complicación de la recarga y tienen un precio más ajustado que los eléctricos puros y los enchufables. El Ford Kuga Hybrid encaja en esos parámetros y se suma a la amplia oferta en motorizaciones del modelo, que probablemente se ha convertido en uno de los que reúnen más posibilidades. Desde el diésel y gasolina, hasta tres opciones electrificadas que empiezan en el híbrido suave (Mild Hybrid MHEV), siguen en el autorrecargable (FHEV) y acaban en el enchufable (PHEV). 

Para la prueba en vídeo de esta 'review' hemos escogido la antigua central térmica de Sant Adrià de Besòs, unas instalaciones que funcionaban con gasóleo y que han sido reemplazadas por otras más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Es un ejemplo de la transición ecológica que también ha acometido el Ford Kuga. El modelo que hemos probado es la versión electrificada intermedia que permite aunar ventajas de un motor de gasolina 2.5 con otro eléctrico con una batería de apoyo de una eficiencia elevada que alarga el rendimiento de los litros del depósito si se sabe conducir de forma optimizada. Todo ello con una potencia combinada de 190 caballos y tracción integral inteligente, más que suficiente para responder con soltura a todas las circunstancias posibles.

Lo mejor y lo peor del Kuga FHEV

La experiencia de conducción del nuevo modelo electrificado está muy cuidada, hasta el punto de que se ha creado la ilusión de ir en un vehículo con un cambio de marchas automático como los que llevan los de combustiñon interna aunque en realidad se trata de una transmisión de progresión continua. Se enmascara con suaves saltos que emulan un cambio de marchas y que siguen una equiparación con las revoluciones de un motor térmico. Sin duda, los ingenieros de la marca intentan solventar uno de los puntos débiles de la electrificación para conductores que vienen de la combustión interna.

En nuestra prueba, el Kuga Hybrid se portó con ansias de dejar constancia de sus aptitudes electrificadas gracias a una batería de 1,1 kWh, suficiente para recorrer unos pocos kilómetros en modo eléctrico pero a mucha distancia de un híbrido enchufable o un eléctrico de nueva generación, que suelen tener baterías con una capacidad para unos 12 kWh y unos 50, respectivamente. Con esa batería modesta, llama la atención las prestaciones que ofrece, con una conducción sin emisiones en un porcentaje elevado en recorridos urbanos a bajas velocidades en los que disminuye el consumo de electricidad y la potencia demandada. Nosotros hemos llegado a un 35% del recorrido en modo eléctrico, algo sorprendente para un híbrido autorrecargable.

Para alguien que quiera hacer recorridos de varias decenas de kilómetros sin emisiones, el Kuga FHEV se quedará corto, pero para eso tiene la versión enchufable (hasta 56 kilómetros en modo eléctrico) que también hemos probado en Coche Global y que fue uno de los modelos finalistas del Premio Best Car Coche Global 2020.  

Consumo oficial y real

El punto fuerte del Kuga autorrecargable es su consumo, que es de 5,4 l/100 km según la homologación oficial, y su gran autonomía de 1.000 kilómetros con un un depósito de 54 litros de gasolina. Es un 30% superior a la que ofrece la versión híbrida enchufable. Sin embargo, como suele ser habitual, el consumo real supera al oficial. En nuestro caso gastamos siete litros en lugar de 5,4. 

Sin embargo, hemos constatado las importantes diferencias de consumo que se consiguen con los diferentes modos de conducción. La opción Eco reduce sensiblemente el gasto de carburante y alarga el rendimiento de la batería, por lo que es muy recomendable para recorridos urbanos o a velocidades moderadas y con una conducción tranquila. Si queremos más brío, podemos optar por el modo normal o Sport, aunque el consumo se resiente.

Por lo demás, el Kuga Hybrid solo se diferencia de la versión enchufable en que no lleva la tapa del conector en la aleta delantera izquierda y en el rótulo identificativo en el portón del maletero. El equipamiento y los acabados del FHEV son los mismos que los del resto de la gama de motorizaciones.  


Valoración Ford Kuga Hybrid (FHEV): diseño 7,8; interior 7,9; motor 8; conducción 8,1; global 7,95.

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