El fabricante francés Renault ha anunciado que sus cuentas reflejarán una pérdida extraordinaria de 9.500 millones de euros tras modificar el tratamiento contable de su participación en Nissan, un movimiento que refleja el menor valor de la firma japonesa en bolsa y marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre ambos fabricantes.
Hasta ahora, Renault contabilizaba su participación en Nissan por el método de equivalencia por las participaciones cruzadas. Sin embargo, desde el 30 de junio de 2025, pasará a considerarla como un activo financiero valorado al precio de mercado, un cambio que se traduce en esa pérdida contable de 9.500 millones, al ajustar su valor en libros al valor bursátil de Nissan.
La compañía, que publicará sus resultados semestrales el 31 de julio, subraya que este impacto no es efectivo, es decir, no implica salida de caja, y no afectará al cálculo de los dividendos pagados por el grupo. La decisión llega en un momento clave para Renault, que busca evitar un castigo bursátil mayor con la promesa de mantener sus dividendos pese al golpe contable. Tras anunciar el impacto contable, las acciones de Renault bajaron de forma inmediata aunque a continuación moderaron su descenso a menos de un 1%.
La relación Renault-Nissan, en transformación
La pérdida se produce mientras Renault reduce gradualmente su participación en Nissan, tras más de dos décadas de alianza industrial. Actualmente, posee un 35,7% de Nissan, aunque solo el 17,05% en propiedad directa y el resto a través de un fideicomiso.
En adelante, cualquier cambio en el valor de esta participación se reconocerá directamente en patrimonio, y se evaluará en función del precio de las acciones de Nissan, sin impacto en los ingresos netos de Renault.
Pese a este ajuste contable, la empresa francesa asegura que la colaboración estratégica y los proyectos operativos con Nissan siguen intactos, reforzados por los nuevos proyectos industriales y tecnológicos anunciados el pasado 31 de marzo. Según Renault, la nueva etapa de su relación con Nissan busca “maximizar sinergias y crear valor” desde un enfoque “pragmático y orientado al negocio”.
Nuevo liderazgo en la etapa más crítica
El anuncio se produce además en un momento de cambio en la cúpula directiva. Luca de Meo, actual CEO, dejará el cargo el 15 de julio para tomar las riendas de la firma de lujo Kering, mientras Renault continúa buscando sustituto para pilotar su nueva estrategia industrial y financiera en plena transición hacia la electrificación y con desafíos crecientes en sus participaciones estratégicas.
El ajuste en Nissan supone un golpe en la cuenta de resultados que, aunque no afecte a la caja ni al dividendo, refleja la fragilidad de los activos del grupo y deja su cotización a merced de la reacción de los inversores en un verano clave para su futuro.