Industria

Ford paga caro su repliegue en vehículos eléctricos

Ford frena en seco sus inversiones en vehículos eléctricos y opta por combustión, híbridos y autonomía extendida con un coste de 19.500 millones de dólares

Jim Farley, CEO de Ford / FORD

Jim Farley, CEO de Ford / FORD

  • Archivado en:
  • Ford

Toni Fuentes

16.12.2025 11:32h

4 min

Ford Motor Company ha decidido pisar el freno en su ambiciosa apuesta por el vehículo eléctrico tras registrar continuas y abultadas pérdidas. El fabricante estadounidense anunció una profunda reorientación de su estrategia industrial y financiera que supondrá un impacto contable de hasta 19.500 millones de dólares, consecuencia directa de la cancelación de modelos eléctricos y la apuesta por la combustión y los híbridos, la reorganización de fábricas y la disolución de alianzas en el negocio de baterías.

Ford, con sede en Dearborn (Michigan), admite que la demanda de vehículos eléctricos ha sido muy inferior a la prevista, lastrada por los altos costes, cambios regulatorios y el repliegue de los incentivos públicos en Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump a la presidencia. Ante este escenario, Ford opta ahora por reforzar su oferta de vehículos de combustión, híbridos y eléctricos de autonomía extendida, priorizando la rentabilidad frente al crecimiento acelerado del eléctrico puro.

“Este es un cambio impulsado por el cliente para crear una Ford más fuerte, resiliente y rentable”, afirmó Jim Farley, presidente y consejero delegado del grupo. “La realidad operativa ha cambiado y estamos reorientando el capital hacia oportunidades con mayor margen”.

Ford F 150 Lightning

Ford F 150 Lightning

Ford cancela modelos eléctricos clave

Entre las decisiones más drásticas destaca la cancelación de prácticamente toda la segunda generación de vehículos eléctricos de Ford. La compañía abandona el desarrollo de un nueva camioneta eléctrica de gran tamaño, conocida internamente como T3, y renuncia a producir nuevas furgonetas comerciales eléctricas tanto en Norteamérica como en Europa, aunque mantendrá la gama electrificada ya existente en este último mercado.

También se pone fin a la producción de la actual pickup F-150 Lightning, el modelo emblemático de la nueva era eléctrica de la marca, que será sustituida por una futura versión eléctrica de autonomía extendida (EREV), capaz de combinar propulsión eléctrica con un motor de gasolina que recarga la batería. Este nuevo modelo promete más de 1.100 kilómetros de autonomía, pero supone un claro paso atrás respecto al eléctrico puro.

Según Ford, unos 8.500 millones de dólares del ajuste están vinculados directamente a la cancelación de programas eléctricos, mientras que otros 6.000 millones corresponden a la disolución de la empresa conjunta de baterías con la surcoreana SK On.

Apuesta por híbridos y modelos asequibles

La nueva hoja de ruta de Ford prioriza la asequibilidad y la flexibilidad tecnológica. Para 2030, la compañía espera que el 50% de sus ventas globales correspondan a híbridos, eléctricos de autonomía extendida y eléctricos puros, frente al 17% actual.

El desarrollo de eléctricos se concentrará en una Plataforma Universal EV, pensada para modelos más pequeños y baratos. El primer vehículo basado en esta arquitectura será una camioneta eléctrica mediana que se fabricará en Louisville a partir de 2027, con un precio objetivo cercano a los 30.000 dólares. En paralelo, Ford reforzará su gama de híbridos en turismos, SUV y, sobre todo, en camionetas y vehículos comerciales, su principal fuente de beneficios.

Reindustrialización y empleo en EEUU

El giro estratégico también implica una profunda reorganización industrial. Las plantas previstas inicialmente para eléctricos en Tennessee y Ohio se reconvertirán para producir camionetas y furgonetas de gasolina e híbridas, con inicio de producción a partir de 2029. Ford asegura que estos cambios permitirán contratar a miles de trabajadores en Estados Unidos, aunque a corto plazo habrá ajustes en el negocio de baterías.

En Europa, Ford está en proceso de cierre de la planta alemana de Saarlouis y de un ajuste de plantilla en Colonia, mientras mantiene la promesa de producir un SUV híbridos en Almussafes (Valencia). Para abaratar costes de desarrollo, Ford acaba de anunciar que ha encargado a Renault la producción de dos modelos eléctricos en el segmento compacto y urbano basados en la gama de la marca francesa. Además tiene otros acuerdos para compartir modelos con Volkswagen y de producción con un socio turco.

Nuevo negocio: almacenamiento de energía

Para aprovechar la capacidad de baterías infrautilizada, Ford lanzará un nuevo negocio de sistemas de almacenamiento de energía, destinado a centros de datos, redes eléctricas e industria. La compañía invertirá unos 2.000 millones de dólares y prevé desplegar hasta 20 GWh anuales en 2027, abriendo una nueva vía de ingresos fuera del automóvil.

Pese al elevado coste del repliegue eléctrico, Ford elevó su previsión de EBIT ajustado para 2025 hasta los 7.000 millones de dólares, apoyado en la fortaleza de Ford Blue (combustión e híbridos) y Ford Pro (vehículos comerciales). La empresa confía en que su negocio eléctrico alcance la rentabilidad en 2029.

Hoy destacamos