Los próximos modelos eléctricos de Volkswagen, la furgoneta revival ID.Buzz y el ID.5, estrenarán un nuevo y potente sistema operativo que supondrá un salto en muchas funciones y en la conectividad. También será un paso hacia la extensión a los coches de algo tan común en los móviles como la actualización a través de internet del sistema operativo también para los vehículos. Sin embargo, Volkswagen está descubriendo que no basta con disponer de una nube y una plataforma técnica optimizada, ya que las actualizaciones tienen que vencer cierta resistencia cultural por parte de los usuarios.
El grupo alemán hace gala de ser "el primer fabricante de automóviles en volumen en ofrecer actualizaciones inalámbricas", en una clara referencia a Tesla, el fabricante que abrió el camino para mejorar, ajustar o vender nuevas funciones a través de la conexión a internet que incorporan los propios vehículos. De esa manera, las visitas al taller también se reducen. A pesar de la experiencia generalizada en la descarga de cambios para los móviles de Android o de iOS, Volkswagen está detectando que hay usuarios que no actualizan sus vehículos.
Menos actualizaciones en España
Según los últimos datos de la marca alemana, 120.000 usuarios de Europa han descargado los nuevos paquetes de 'software' para sus modelos más recientes. En la primera actualización que se ofreció, unos 65.000 usuarios aceptaron bajársela de internet. En la segunda, lo hicieron otros 55.000 clientes. Esas cifras indican que hay un número importante de automovilistas que, unos meses después de que estuvieran disponibles, no han puesto al día por ahora los cerebros informáticos de sus vehículos.
¿A qué se debe esa reticencia a la actualización del coche? Christoph Meyer, jefe tecnológico de plataforma eléctrica MEB de Volkswagen, destaca que hay diferencias en el grado de aceptación de las actualizaciones en función de los países y las zonas geográficas. Los dos extremos serían los países escandinavos, en los que alrededor del 90% de los conductores ya han descargado las actualizaciones, y los países del sur, en los que las descargas son menores. Como ejemplo, Laura Ros, directora general de Volkswagen España, asegura que el grado de actualizaciones entre los clientes españoles es del 58%.
Los escandinavos tienen argumentos prácticos para tener al día sus coches, puesto que una función esencial en ese clima frío como la calefacción de los asientos depende de la descarga de la última versión del sistema operativo, según explica Meyer. Sin embargo, Volkswagen trabaja ya en poner en marcha algunas medidas para convencer a los automovilistas despitados o reticentes ante las actualizaciones. "Estamos mejorando el proceso de información de las actualizaciones disponibles", indica el responsable de la plataforma eléctrica de la marca Volkswagen. Además del aviso en la pantalla del vehículos, la actualización disponible tambien aparecerá en el teléfono móvil del usuario y otros canales de comunicacióm con la marca.
¿Cómo se actualiza un coche?
Como pasa con los móviles, el coche no se puede utilizar cuando está en proceso de descarga del nuevo software, que se lleva a cabo mediante la conexión a internet del vehículo. Sin embargo, debido a la complejidad del sistema operativo de un automóvil, la actualización dura bastante más que la de un 'smartphone' y puede ocupar incluso horas. A medida que se van sucediendo las actualizaciones, los usuarios rezagados lo tendrán más complicado para ponerse al día puesto que tendrán que descargar uno a uno ntodos los paquetes por orden ya que no es posible saltárselos para pasar a otra versión del sistema más avanzada.
La oferta de la función para descargar 'software' de forma inalámbrica (Over The Air) es una de las estrellas de la marca Volkswagen y supone un buen pellizco en unas inversiones de 18.000 millones en movilidad eléctrica y digitalización. Además, es una apuesta personal del presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess, que tiene bajo su responsabilidad la dirección de la filial de digitalización Cariad.