Parece que el hidrógeno vuelve a moverse. Eso es lo que se puso de manifiesto en el evento que ha tenido lugar en Coslada (Madrid), en la sede de la “startup” HVR Energy, para presentar un nuevo poste para repostaje de hidrógeno verde (H2) y un ambicioso proyecto para tener una red de hidrogeneras.
Promovida por Luis Felipe Suarez Olea y dirigida por Santiago Ramas como CEO, ha puesto en marcha INICIA, un proyecto orientado a habilitar el repostaje de hidrógeno en estaciones de servicio existentes. Con este objetivo se desarrolló el poste de repostaje ACTIVA, cuya validación internacional llegó en el circuito de pruebas de Miramas, en el sur de Francia, el pasado verano. Allí se pudo demostrar la capacidad de repostaje con vehículos de BMW en condiciones reales dentro de un proyecto cofinanciado por EIT Urban Mobility.

Punto de carga de hidrógeno de HVR Energy
Corredores de hidrógeno
Este poste tiene una estructura modular que permite un fácil acople en estaciones de servicio convencionales, ocupando sólo una superficie de 20 metros cuadrados. Además, puede suministrar el H2 a dos presiones diferentes, 350 y 700 bares.
De momento, 2025 va a terminarse con la entrada en funcionamiento de la primera de estas “hidrogeneras” en Madrid, pero el proyecto contempla que en 2028 pueda contar con 55 de ellas repartidas por todo el territorio nacional, formando corredores que lo atraviesen.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 33 millones de euros resultado de un apoyo público y privado, pero el grupo de empresas que se ha creado alrededor de HVR espera poder disponer de más recursos para poder contar con 75 postes de suministro de H2, lo que supondría cumplir prácticamente con la exigencia de la Unión Europea de que en 2030 haya uno cada 200 kilómetros.
Empresas impulsoras
Todo esto forma parte de un proyecto en el que, aquí en España, forman parte, además de HVR, BMW y EIT Urban Mobility, empresas como Shyne y asociaciones como Gasnam, la asociación española del hidrógeno AeH2, AGH2 de Galicia, H2CyL de Castilla y León, el Clúster Andaluz del Hidrógeno y la ANBE, la asociación nacional de barcos eléctricos.
En la presentación del acto, tanto Santiago Ramas como Alberto Costa, de EIT Urban Mobility, reclamaron la atención del Gobierno para poder ofrecer una movilidad limpia y funcional a los ciudadanos españoles y que se eviten retrasos estructurales respecto a otros países del entorno.
Algunos asistentes mostraron su decepción por la falta de interés de las marcas por el H2, mientras que otros trataban de llamar la atención de los fabricantes de vehículos pesados, autocares y camiones, en los que la solución de la electricidad no es viable. Un paso adelante de los mismos haría más fácil el desarrollo de este proyecto.