Sostenibilidad

Alerta por los minerales críticos: el talón de Aquiles de la transición energética

La dependencia de China e Indonesia en minerales, el estancamiento inversor y las restricciones a la exportación amenazan la electrificación

Laboratorio de baterías de Volkswagen / VW

Laboratorio de baterías de Volkswagen / VW

Juan Carlos Payo

03.06.2025 20:05h

3 min

Un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de una creciente vulnerabilidad en las cadenas de suministro de minerales estratégicos, esenciales para la electrificación y las energías renovables. La dependencia de China e Indonesia, el estancamiento inversor y la proliferación de restricciones a la exportación amenazan con tensionar el futuro energético mundial.

En plena carrera por descarbonizar la economía y electrificar el planeta, los minerales críticos —como el litio, el cobre, el níquel o las tierras raras— se han convertido en piezas fundamentales del nuevo tablero energético global. Sin embargo, un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) lanza una seria advertencia: lejos de diversificarse, las cadenas de suministro se están concentrando peligrosamente, aumentando el riesgo de disrupciones severas en un contexto ya marcado por la volatilidad geopolítica.

Riesgos por la alta dependencia

La edición 2025 del Global Critical Minerals Outlook revela un dato demoledor: el 86% de la oferta global de minerales estratégicos procede de solo tres países. China domina el refinado de 19 de los 20 minerales analizados, y su papel es también clave en la producción de grafito, tierras raras y litio. Indonesia, por su parte, acapara gran parte del níquel mundial. Esta hiperconcentración convierte cualquier incidente —un desastre natural, una decisión política o una crisis comercial— en un potencial cataclismo para el mercado y para la industria tecnológica y energética global.

La paradoja es evidente: mientras la demanda de minerales energéticos se dispara —el litio creció un 30% solo en 2024— la inversión en nuevos proyectos se estanca. El gasto apenas subió un 5% en ese mismo año, muy por debajo del crecimiento de la década anterior. A ello se suma una inquietante ola de restricciones a la exportación. Más de la mitad de los minerales relacionados con la energía están ya sometidos a controles, y China ha comenzado a cerrar el grifo de minerales clave para la fabricación de semiconductores.

Cómo afrontar el dominio de China

El caso del cobre merece especial atención. El informe prevé un déficit del 30% para 2035, justo cuando más se necesitará para expandir las redes eléctricas. La AIE alerta: incluso con mercados aparentemente bien abastecidos, la dependencia de unos pocos proveedores convierte las cadenas en estructuras frágiles. Un shock de suministro sostenido podría elevar hasta un 50% el precio de las baterías a nivel mundial.

Pese a todo, hay margen de reacción. El informe destaca la necesidad de políticas industriales activas: coinversiones, incentivos a la producción sostenible y acuerdos de suministro multilaterales. También propone impulsar tecnologías como la exploración minera asistida por IA o el reciclaje avanzado, claves para romper con el actual monopolio asiático.

La AIE concluye que, si no se corrigen las tendencias actuales, el cuello de botella de los minerales críticos podría lastrar —o encarecer dramáticamente— la transición hacia un modelo energético más limpio. Porque sin litio, cobre o grafito, no hay baterías; y sin baterías, no hay movilidad eléctrica, ni energías renovables, ni neutralidad climática posible.

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