¡Menudo fin de semana hemos tenido en el GP de Qatar! No ganamos para sustos. En la F1 la cosa no puede estar más calentita a falta de una sola carrera: ahora sí, cualquiera de los tres candidatos puede ser Campeón del Mundo. Y en el primer episodio de esta semana en el Podcast Técnica Fórmula 1 nos cuentan las razones.
McLaren: dos meteduras de pata consecutivas (y graves)
McLaren ha vuelto a meter la pata estrepitosamente… hasta el fondo… y le ha puesto en bandeja la lucha final a Verstappen. Si vuelven a repetir un fallo como éste, el holandés firmará su quinto campeonato consecutivo. Así de simple.
Esta vez fue la estrategia: toda la parrilla, excepto ellos, hizo la misma estrategia de carrera, la única posible, y el resultado es que perdieron la victoria, metieron a los pilotos en situaciones difíciles, en tráfico, y se acabó. Victoria regalada a Verstappen, Piastri 2º y Lando 4º. Bien es cierto, que todas las culpas no pueden recaer en el equipo.
Piastri no pudo hacer más en esta carrera, pero está donde está por sus errores. Norris pudo hacer más en esta carrera y en otras anteriores, con lo que todo no está del lado del equipo.
Eso sí, Lando parte el último GP con 12 puntos de renta, pero si gana Verstappen sólo le vale ser 3º, aunque lo mejor sería hacer la pole y llevarse la victoria, pero imaginemos los nervios con los que va a encarar esta carrera, que puede darle su primer Mundial frente a un rival, como Verstappen, ya con 4 títulos. Tremendo. Así están las cosas.
Lo mejor de un fin de semana anodino
De lo mejor de la carrera, el podio de Sainz, que realizó un pilotaje estratosférico y que le ha valido el reconocimiento internacional, por enésima vez. Qué alegría verle ahí. Las comparaciones con su sustituto en Ferrari no las hacen sólo desde España, sino desde el mundo entero, especialmente, en Italia.
Fin de semana muy regular, que sólo lo animó el fallo garrafal de McLaren. Por lo demás, muy mal Qatar y no hablemos de la Sprint, que ni vamos a nombrar: insípida e irrelevante.
Un resumen (muy) rápido
Como siempre, este GP se caracterizó por su falta de emoción, con un guion que quedó prácticamente escrito tras la vuelta 7. Si hablamos de la carrera – también bastante insulsa – la salida del domingo dejó algunas pinceladas, como la mala arrancada de los pilotos que partían por la zona sucia, el avance de Hamilton y Albon, o la mala salida de Russell, aunque nada de ello alteró de forma profunda el curso de la prueba.
A destacar, las dificultades de Norris para adelantar en aire sucio, así como la polémica suscitada por la maniobra de Antonelli y la posterior conversación por radio entre GP y Verstappen, que generó reacciones intensas en redes sociales. Sin embargo, nada de esto cambia lo esencial: la carrera quedó decidida por la estrategia.
En cuanto al ritmo, comparar el rendimiento del McLaren frente al Red Bull, es anecdótico, pues no iba a alterar la esencia del resultado final, condicionado por la gestión en boxes. El experimento de carrera a dos paradas idénticas para toda la parrilla tampoco animó la prueba tanto como se esperaba.
Lo único bueno de este GP: que la tensión queda servida para el gran desenlace en Abu Dabi.
