Motorsport

Álex Palou y Honda ganan en Indianápolis, un templo de EEUU

El piloto de Sant Antoni de Vilamajor entra en la leyenda de las 500 Millas de Indianápolis junto a Honda con la amenaza de la demanda de McLaren

Resumen de la Indy500 de Indianápolis que ganó Álex Palou

José Del Barrio

26.05.2025 14:51h

3 min

El templo del automovilismo estadounidense ya tiene un nuevo inquilino en su Olimpo. Álex Palou, el prodigio de 28 años de Sant Antoni de Vilamajor que reside ahora en la capital de Indiana, ha inscrito su nombre con letras doradas en la historia de las 500 Millas de Indianápolis, alzándose este domingo con una victoria que trasciende la estadística para colocarlo directamente en la leyenda del deporte mundial. Una victoria que no sólo corona al catalán como el primer español en conquistar la Indy500, sino que lo sitúa como el indiscutible referente de la IndyCar Series y como estandarte de la japonesa Honda en el mayor espectáculo del automovilismo americano.

No fue una victoria cualquiera. Palou, triple campeón de la IndyCar y ganador de cinco de las seis primeras pruebas del año, arrancó desde la sexta posición en el legendario óvalo de Indianápolis y supo dosificar su talento, inteligencia estratégica y sangre fría en una carrera marcada por incidentes, alternativas constantes y más de 350.000 espectadores en las gradas.

Superó el humo, las amenazas y la presión. Incluso esquivó el drama de un accidente en la vuelta 73 que pudo cambiarlo todo. Pero Palou estaba destinado a ganar. Con 14 giros para el final, adelantó al sueco Marcus Ericsson y defendió con uñas, dientes y temple la primera posición hasta cruzar la meta. Ya no era solo un campeón; era el campeón de la Indy500.

Alex Palou tras ganar las 500 millas de Indianápolis

Alex Palou tras ganar las 500 millas de Indianápolis

Alianza de Honda y Ganassi

Su victoria es también la de Honda, que vuelve a reinar en Indianápolis y amplía su récord histórico con 16 victorias en la mítica prueba. La marca japonesa ha comenzado la temporada de forma arrolladora: seis carreras, seis victorias. Y cinco de ellas —St. Petersburg, Thermal, Barber, el circuito mixto de Indianápolis y ahora las 500 Millas— llevan el nombre de Palou. Honda domina la pugna con el otro motorista. la norteamericana Chevrolet (General Motors), con 547 puntos frente a 429, respectivamente.

El Chip Ganassi Racing, ese refugio profesional donde el español encontró estabilidad tras el convulso capítulo con McLaren, también celebra una gesta histórica. "Ese chico es increíble", exclamaba Chip Ganassi tras la bandera a cuadros, visiblemente emocionado.

La sombra del conflicto con McLaren

Paradójicamente, mientras se consagra como el piloto más dominante de la IndyCar actual, Palou vive su éxito con la sombra alargada de una demanda de McLaren, que le reclama más de 30 millones de dólares por la ruptura del acuerdo que habría de llevarlo a la Fórmula 1 como piloto reserva. Un sueño que el catalán dejó atrás con madurez y una frase rotunda: “Soy demasiado mayor para esperar a que alguien se lesione”.

Aquella decisión, tomada entre litigios y declaraciones cruzadas, parece ahora más justificada que nunca. Mientras la F1 sigue siendo una promesa para otros, Palou ha conquistado el mayor escenario del motorsport americano, con Honda y Ganassi como aliados en un trayecto que ya es parte de la historia.

Hito en el automovilismo español

Minutos después de bajarse del monoplaza, Palou, con la emoción a flor de piel, levantaba el icónico galón de leche —símbolo desde 1936 del vencedor de las 500 Millas— y cumplía otro de sus sueños: subir al podio con su hija en brazos. "Sería increíble tener esa foto con ella en el podio conmigo", decía días antes. Hoy, esa imagen ya forma parte del álbum más selecto del deporte español.

Palou, que culmina los esfuerzos anteriores de Oriol Servià y Fernando Alonso por ganar la Indy500, se une así a la mítica Triple Corona del automovilismo español. Si Fernando Alonso tocó la gloria en Mónaco, y Marc Gené y Miguel Molina la tuvieron en Le Mans, Indianápolis ya tiene su héroe con acento catalán. A sus 28 años, ha conseguido lo que parecía improbable: vencer en un óvalo, ganar las 500 Millas, ser leyenda y, de paso, recordarle al mundo que, a veces, los caminos que se cierran son sólo atajos.

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