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Probamos el Volkswagen ID.4, un SUV eléctrico familiar e innovador

Una vez nos hemos familiarizado con novedades como el arranque sin llave ni botón, se comporta como los mejores eléctricos

Nuevo Volkswagen ID.4 en la prueba de Coche Global / AM

Ana Montenegro

20.04.2021 00:11h

4 min

En Coche Global hemos podido probar durante unos 100 km el nuevo modelo 100% eléctrico de Volkswagen, el ID.4, que llega al mercado ocho meses después del que abrió la nueva era de la electrificación en la marca alemana, el ID.3. 

El nuevo lanzamiento es un turismo más grande, con cinco plazas y un amplísimo maletero de 543 litros, ampliable a 1.575 abatiendo las plazas de la segunda fila. Mide 4,58 metros de largo, casi 10 más que un Tiguan y 1,76 de batalla, lo que le da un buen espacio interior. La carrocería está ligeramente elevada lo que facilita entrar y salir del coche, pero la altura está marcada principalmente por las grandes ruedas. De hecho, se pueden escoger llantas de 18, 19, 20 y hasta 21 pulgadas.

El Volkswagen ID.4, como su antecesor y los que le van a seguir (ED.6, ED.5 o GTX), está construido sobre la plataforma de vehículos eléctricos de la marca alemana, que se llama MEB. Tiene la ventaja de que acelera los procesos de desarrollo y facilita la fabricación. Las baterías están ubicadas en el piso, entre los dos ejes, así se consigue un centro de gravedad bajo y un reparto de pesos al 50% entre la parte delantera y trasera.

El motor está ubicado detrás, pero un motor eléctrico es tan pequeño que no ocupa casi espacio. Al tratarse de esta tecnología y porque el motor está situado sobre el eje trasero se ha cerrado totalmente el frontal, pero se mantiene un capó y el estilo de coche convencional con un diseño de morro un poco retro, como de cómic antiguo, que van a utilizar todos los eléctricos de Volkswagen. La ausencia de elementos en el frontal permite también disponer de mucho espacio delante. En la parte inferior, en los laterales hay una rejillas que tiene la función de mejorar la aerodinámica 

Rasgos sorprendentes del VW ID.4

La construcción de la base es también responsable de un radio de giro sorprendente en un coche de este tamaño. Es muy sorprendente hacer un giro en una calle y comprobar que no hay resistencia, el volante gira siempre. Oficialmente el radio de giro es de 10,2 metros.

Conducir el ID.4 tiene muchos elementos nuevos, pero rápidamente controlables. La puerta se abre al acercarse con la llave, pero no tiene botón de arranque. Simplemente con acercar la mano a la palanca del cambio se enciende el motor. Esa palanca está tras el volante, en la parte derecha y termina en una forma triangular, grande, con lo que resulta cómoda de accionar, aunque la vamos a usar pocas veces. Si esa pieza la movemos hacia delante (hacia el parabrisas) activamos la directa y el modo de mayor regeneración de la batería, marcado con una B. Hacia atrás, hacia el conductor están la N (neutra) y la R (marca atrás). La posición de aparcamiento es un botón en el lateral del triángulo. Al pulsarlo y salir del coche el motor se apaga.

El ID.4 está equipado con todo tipo de ayudas que se pueden percibir desde el puesto de conducción, desde control por voz (que es una opción y no llevaba la unidad que yo probé) hasta un sistema de información por una tira de luz en la parte inferior del parabrisas que indica hacia donde hay que girar cuando está funcionando el navegador. Pensé que iba a ser molesta, pero no, no deslumbra, no invade el espacio y supone un apoyo más.

El ID.4 durante la prueba

La gama del ID.4 ofrece tres motores con tres niveles de potencia: 109 kW (149 caballos), 125 Kw (170 caballos) y 150 kW (204 caballos), aunque en un eléctrico es más importante el par disponible desde el arranque y que en este modelo es de, 220, 235 y 310 Nm. Con los motores menos potentes utiliza una batería de 52 kWh que le da una autonomía de 344 km y con el de 150 kW la batería tiene más capacidad, 77kWh que le permite llegar a 522 km.

Una vez en marcha el ID.4 se comporta con un buen eléctrico. Con entrega de potencia desde el arranque, estabilidad y buena frenada. El recorrido incluía autovías, carreteras secundarias y el paso por algún pueblo, bastantes curvas y algunas subidas y bajadas para probar la recuperación de energía. Pero confieso que de los cuatro modos de conducción que ofrece (Eco, Sport, Confort y el Individual personalizable), me moví con el Sport y Confort. En el modo Eco así como cuando pones la palanca del cambio en la B hay mucha retención y el paseo habría sido más largo y menos agradable. Esas opciones parecen más adecuadas para una circulación urbana o en un atasco.

Todas las gestiones de los modos de conducción se realizan a través de la pantalla central, de 12 pulgadas, que puede tenernos varias horas entretenidos con sus múltiples posibilidades de gestión del coche y de las comunicaciones. Entre el equipamiento que puede llevar el ID.4 está un novedoso airbag entre el conductor y el pasajero, luces Matrix led, actualización de software y comunicación con otros coches, como el Golf 8 o el ID.3, con tecnología Car2X que permite intercambiar información sobre señales, puntos de peligro o problemas en la carretera. Pero tienes que estar a menos de 800 metros entre ellos.


Valoración Volkswagen ID.4: diseño 7; interior 8,2; motor 8,9; conducción 8,9; global 8,25.

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