Mercado

Silence se vuelca en las motos eléctricas para particulares

La marca lanza un modelo nuevo por 6.000 euros con batería portátil y sistema de intercambio

Carlos Sotelo, consejero delegado de Silence, presenta el modelo S01

Toni Fuentes

13.06.2019 00:18h

3 min

La marca de motos eléctricas Silence ha lanzado un órdago al nuevo mercado de la electromovilidad. El fabricante con sede en Cataluña pisa a fondo el acelerador en su fábrica y en la red comercial alrededor del lanzamiento de un nuevo modelo para clientes particulares y de un sistema de intercambio de baterías para que lo usuarios pierdan el miedo a quedarse colgados sin energía por no poder recargar.

La compañía acaba de abrir las puertas de su nuevo buque insignia en Barcelona, un concesionario ubicado en la confluencia de la calle Muntaner y la Diagonal. El verde eléctrico, el color corporativo de Silence por su objetivo de ofrecer una movilidad ecológica, inunda hasta el último rincón de su nuevo 'flagship', uno de los cerca de 10 puntos de venta que ya tiene en España y en otros países. 

La estrella del nuevo espacio es el modelo Silence S01, destinado a atraer a los pioneros del mercado de motos eléctricas para particulares que se suma al de las flotas para 'motosharing' que hasta ahora ha monopolizado las ventas. Desde enero hasta junio, se han vendido en España 1.700 motos eléctricas, de las que 1.147 se han matriculado en Barcelona, según explicó Arturo Pérez de Lucía, director del lobby eléctrico Aedive. 

Oferta comercial de Silence

De momento, Silencie acumula unas 500 pre-reservas del modelo S01, que se pondrá a la venta alrededor de agosto con un precio de 6.000 euros que incluye tres años de garantía y mantenimiento y la conectividad a través de una app. El precio, que se queda en 5.250 euros gracias a la ayuda de 750 euros del Plan Moves, es "agresivo y competitivo" con motos de gasolina de 125 y 200 centímetros cúbicos con las que sería comparable, según explica Carlos Sotelo, consejero delegado y fundador de Silence como marca de la sociedad Scutum

El sobreprecio queda amortizado en un plazo de tres o cuatro años para un conductor que recorra un mínimo de 5.000 kilómetros anuales gracias a un ahorro del 80% al 90% en cada recarga de batería en comparación con el repostaje del depósito de gasolina. 

En una segunda fase, Silence prevé ofrecer el alquiler de la batería con una cuota mensual para reducir el precio de compra alrededor del 40%. Además, la marca ha comenzado a ofrecer un sistema de intercambio de baterías que dé más seguridad al usuario porque "no se ve suficiente infraestructura de carga en la calle", según explica Sotelo.

Aumento de producción

Pero el modelo Silence S01 está diseñado para que el usuario no tenga que enchufar la moto en la calle gracias a su batería extraíble y portátil como una maleta con ruedas de 25 kilos que se puede conectar en el trabajo o en casa. 

A la espera de comprobar la respuesta de los clientes particulares al nuevo modelo, Silence sigue volcada en la producción del modelo S02 para abastecer las flotas de motos eléctricas. El último pedido recibido es de 1.000 motos para el nuevo 'motosharing' de Acciona. Sotelo no ve peligrar ese mercado de flotas debido a su potencial de crecimiento en grandes ciudades y a la entrada de grandes compañías que se suman a las 'start-ups'.  

Con estas previsiones, la planta de Silence de Molins de Rei acabará el año con una producción de unas 8.000 motos que suponen que se acerca a la saturación del turno de trabajo que tiene en marcha, lo que lleva a al consejero delegado a planificar un futuro aumento de producción en esa planta e incluso a pensar en un nuevo emplazamiento. Silence da trabajo actualmente a unos 110 empleados y prevé facturar 30 millones de euros en 2019.

 

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