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Probamos el Renault Arkana E-Tech, un SUV de moda híbrido

No tiene enchufe pero consigue reducir el consumo a 4,8 l/100 km manteniendo la atractiva estética coupé que ha disparado sus pedidos

Renault Arkana E Tech en la prueba de Coche Global / AM

Renault Arkana E Tech en la prueba de Coche Global / AM

Ana Montenegro

05.06.2021 00:00h

6 min

Pocas veces un nuevo modelo de automóvil consigue atraer todas las miradas y el interés de los compradores sin siquiera haber lanzado la campaña de publicidad. Lo logró el Fiat 500 hace unos años y parece que el Renault Arkana va por ese camino. Más de 9.000 pedidos en Europa desde el 21 de marzo, uno de cada cinco en España y la publi no empieza hasta julio.

Coche Global pudo probar el Arkana en su lanzamiento el pasado mes de marzo y ya nos sorprendió su estilo de SUV con línea coupé, elegante y sofisticado, muy parecido a modelos de gama alta. A eso suma un interior confortable, un puesto de conducción elevado, un gran maletero, un buen puñado de sistemas de seguridad y ayudas a la conducción, un motor de gasolina de 140 caballos con micro hibridación y un buen precio que arranca en los 25.745 euros y la versión más deportiva, firmada R.S. Line, cuesta poco más de 30.000.

Ahora Renault amplía la gama de su modelo más deseado con una versión E-Tech híbridas recargables (no enchufable), que también hemos podido probar para la sección Car Review & Rating. Con esta tecnología se puede reducir el consumo, casi un litro a los 100 km respecto a la versión anterior y bajar las emisiones de CO2 a 111 gr/km.

 

Las baterías se comen maletero

Las novedades son sólo en la cadena de propulsión. El Renault Arkana E-Tech tiene la misma carrocería que el resto de la gama, que mide 4,56 metros de largo, con 2,72 de batalla, 1,57 de alto y 1,82 de ancho.  La altura libre al suelo es de 20 centímetros, lo que facilita la entrada y salida y consigue una posición de conducción elevada. La única diferencia está en la capacidad del maletero que se ve ligeramente penalizado porque las baterías están situadas bajo el piso. Se queda en 480 litros, 33 litros menos, pero incluso con este recorte, es más grande que el del Renault Kadjar. 

Una de las claves del éxito del Arkana es que utiliza la plataforma CMF-B de la Alianza, que utilizan ya el Captur o el Clio, y que se creó para introducir nuevas tecnologías de propulsión. Se beneficia de un centro de gravedad bajo y una buena insonorización. Lo más llamativo de su silueta es la caída del techo en la parte trasera, pero se ha hecho de forma que quede una altura suficiente en el interior para que las plazas traseras sean cómodas y espaciosas con a 86,2 cm del asiento al techo y 21,2 cm a la altura de las rodillas. Aunque la central es bastante estrecha.

Mientras la batería de las versiones micro híbridas es de 12 voltios, la del Arkana E-Tech lleva una batería de 1,2 kWh (230 voltios), que acumula la energía que se recupera las frenadas o la retención en pendientes. Esta tecnología, denominada híbrido paralelo, puede reducir el consumo hasta un 40% y permite llegar a circular en ciudad el 80% del tiempo en modo eléctrico. En el tráfico urbano es cuando es más eficiente porque las paradas y frenadas son más habituales se recarga más por las frenadas más habituales, en autovía la recarga es casi nula. Pero se puede conseguir bajar las emisiones medias de CO2 a 108 gr/km y el consumo a 4,8 l/100 Km. Esto supone poder llevar la etiqueta ECO de la DGT y no pagar impuesto de matriculación. La batería tiene una garantía de ocho años o 160.000 km.

Los híbridos de Renault

Esta tecnología híbrida, la misma que utiliza el Clio E-Tech, combina dos motores eléctricos y uno de gasolina 1.6 de 94 caballos, con filtro de partículas. Está apoyado por dos motores eléctricos, un e-motor de 36 kW y un motor de arranque de alta tensión (HSG) de 15 KW. En conjunto la potencia es de 143 caballos y se combina con una caja automática, sin embrague. Gran parte de esta tecnología procede de la F1 y la experiencia de los últimos años con la electrificación parcial de los monoplazas de competición. Su ventaja es que el conductor no tiene que ocuparse de gestionar nada, el sistema lo hace automáticamente en función de la demanda.

El arranque se hace siempre en modo eléctrico y, por lo tanto, totalmente silencioso, tiene además la ventaja de que el par está disponible desde el primer momento. Cuando se aumenta la velocidad y el sistema detecta más demanda actúa el motor de combustión. A demás de su excelente comportamiento en carretera, el Arkana se mueve con enorme agilidad en el tráfico urbano y en las maniobras, con un radio de giro de 11,2 metros.

Los ingenieros de Renault explicaron que, con respecto al Arkana micro híbrido, se ha retocado la suspensión para hacerla ligeramente más firme y la suspensión trasera para conseguir más estabilidad cuando se toman curvas a velocidad sostenida. No hice los suficientes kilómetros para detectar realmente esas mejoras, en cualquier caso, resulta estable, fiable y de muy buen comportamiento además de silencioso.

Se pueden escoger el modo de conducción con los parámetros Multi-Sense entre ‘my sense’ un modo para la conducción diaria, ‘eco’ para reducir el consumo y ‘sport’ para exprimir la potencia de los motores. El conductor puede ver en tiempo real el tipo de energía que se está utilizando, la cantidad de potencia y la recarga regenerativa, además de la carga de la batería y la autonomía total. En el recorrido que hice, 57 km, sin precaución para preservar la batería y combinando zonas de autovía con ciudad conseguí aumentar ligeramente la autonomía disponible. En el centro de la consola un botón EV permite optar por un modo 100% eléctrico, aunque de distancia muy limitada, unos cinco km.  

Equipamiento del Renault Arkana

Una de las características del Arkana es su amplio equipamiento de seguridad, confort y ayuda a la conducción que incluye, entre otros, ocho airbags asistente de conducción semiautónoma, regulador de velocidad adaptativo, cambio automático de luces de carretera, frenada activa de emergencia, alerta de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, alerta e cambio de carril y ayuda para mantener la trayectoria, sensores de aparcamiento o alerta de obstáculos cuando se mueve marcha atrás. La cámara de 360 grados se incorporará más tarde a la gama.

Pero además ofrece múltiples accesorios para adaptarlo a la personalidad de su propietario y sus aficiones como estribos iluminados, pedales de aluminio, remolque retráctil, cofre para el techo, cubre equipajes, portabicicletas e incluso una cafetera.

La versión más equipada, que fue la que probé, es la R.S. Line, con llantas diamantadas, tapicerías que combinan el cuero con Alcántara e inserciones en el salpicadero y los guarnecidos de las puertas que imitan la fibra de carbono, lo que le da un aspecto tecnológico y deportivo. El precio de esta versión arranca en los 33.200 euros, pero hay otras más asequibles. Intense desde 28.480 euros, sólo 1.300 euros más que el microhibrido, y Zen desde 30.580 euros. 

Renault ofrece también un sistema de financiación, que denomina Preferente, con una cuota de entrada de 4.750 euros y 48 cuotas de 179 euros. Al final del periodo se puede cambiar el Arkana por otro modelo más actual o con otra tecnología.


Valoración Renault Arkana E-Tech: diseño 9,2; interior 8,8; motor 8,9; conducción 8,8; global 8,92.

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