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Probamos el superventas Peugeot 308

Las mejores armas de la versión SW enchufable son un gran maletero en una berlina de comportamiento sólido y un buen confort

Nuevo Peugeot 308 en la prueba de Coche Global / A.M.

Ana Montenegro

10.11.2022 12:05h

6 min

Peugeot centró todos sus esfuerzos el pasado año en el lanzamiento del nuevo 308. Pese a los momentos difíciles que atravesaba el sector por la pandemia y a la falta de componentes, este renovado modelo del segmento C, un superventas, tenía que sorprender y enamorar. Lo segundo es subjetivo, lo primero lo consiguió. En Coche Global hemos podido comprobar su comportamiento en una prueba de largo recorrido del Peugeot 308 en su última versión SW. 


Valoración del Peugeot 308 SW: diseño, 8; interior, 8,8; motor, 8,6; conducción, 8,6; global, 8,5.


La tercera generación del Peugoet 308 es coche totalmente nuevo, muy diferente de su antecesor en forma, estilo y comportamiento. Peugeot lanzó primero la carrocería compacta, de cinco puertas, con motores gasolina, diésel e híbrido enchufable (PHEV) en cinco posibles terminaciones. Las primeras unidades se empezaron a producir en la factoría francesa de Mulhouse en la última semana de septiembre y a finales de año ya pisaban las carreteras españolas.

Primer modelo con logo nuevo

Fue el primer modelo de la marca francesa, integrada ahora en el grupo Stellantis, que colocó en el morro y el portón trasero (también sobre el volante y en las aletas laterales) el nuevo logo. Se trata de un escudo negro con una cabeza del león, de estilo clásico, dibujada en plata en el centro. El escudo campa en el centro de una gran parrilla, con una estructura de nido de abeja, y sirve para ocultar en la parte inferior los radares de los sistemas de ayudas a la conducción. 

A principios de 2022 la familia se amplió con una nueva carrocería familiar, o Station Wagon (SW) como la denomina Peugeot. Mide 4,64 metros de largo (frente a 4,36 la berlina) lo que se traduce en una mayor distancia entre ejes, 2,73 metros (2,67) que repercuten sobe todo en más espacio en las plazas traseras y en un amplio maletero de 608 litros de capacidad, aunque se reduce ligeramente en la versión híbrida enchufable, hasta 548 litros, porque parte del hueco bajo el piso está ocupado por la batería. Abatiendo los asientos de las plazas traseras, que se pueden plegar independientemente los dos respaldos laterales o el central, la zona de carga llega a los 1634 litros. Podemos transportar sin problemas una tabla de surf o unos esquíes.

Nuevo Peugeot 308 presentado en Madrid / AM

Nuevo Peugeot 308 presentado en Madrid / AM

Aspecto equilibrado del 308 SW

El maletero es además muy cuadrado, con dos huecos con rejilla en los laterales, además de ganchos y un piso plano al nivel de la carrocería. Todo ellos unido a un amplio portón de apertura y cierre eléctrico hace que sea práctico y fácil de usar. En la unidad que probé, la híbrida enchufable, los cables tienen su hueco bajo la tapa del piso.

En el resto de las dimensiones, el 308 SW es igual que la berlina, mide 1,85 metros de ancho y 1,4 de alto. Su aspecto exterior con una luneta retrasada y una suave caída de la trasera lo hacen muy equilibrado, simplemente parece una berlina más grande.

La gama de motores del 308 SW es la misma que su hermano pequeño. Dos propulsores de gasolina Puretech de 110 y 130 caballos, un diésel BlueHDi de 130 y dos híbridos enchufables de 180 y 225 caballos que tienen etiqueta 0 y una autonomía según homologación WLTP de 66 km. Todos con tracción delantera y cambio manual de seis velocidades o automática de ocho con convertidor de par. 

Interior práctico

La versión que probé fue la híbrida de 225 caballos con cambio automático y terminación GT. Lleva en el lateral derecho trasero la toma de gasolina que hay que abrir apretando un botón que está en la parte inferior del salpicadero al lado izquierdo del volante. En la aleta izquierda, del lado del conductor, tiene la toma de corriente que permite recargar en un enchufe doméstico en unas 7 horas o 3,5 horas en una toma 16 A.

El espacio interior está bien organizado, es práctico y fácil de usar, con detalles de segmento Premium. Por ejemplo, el retrovisor central no tiene marco y los huecos de las puertas está tapizados, lo que evita que los objetos pequeños que dejan, como unas llaves, se mueva y hagan ruido. El habitáculo tiene una buena insonorización, pero se percibe el rumor de la rodadura, posiblemente porque los neumáticos que calzaba la unidad de prueba eran de perfil bajo. 

Los asientos estaban tapizados en cuero, un material que personalmente no me parece adecuado para un coche, es frío en invierno y arde en verano, aunque los sistemas de refrigeración y calefacción actuales reducen ese efecto y los nuevos tratamientos de la piel la hacen más agradable.

Puesto de conducción muy Peugeot

La amplia consola central, la pequeña palanca del cambio de marchas y el botón de los modos de conducción son similares a algunos modelos de otras marcas del grupo, como también la llave. El puesto de conducción es personal y muy Peugeot, con el cuadro de instrumentos en relieve. El volante, que es pequeño, debe estar bajo para tener una buena visión de la pantalla por la parte superior. A mí me parece cómodo tener el volante bajo, pero no le, gusta a todo el mundo y reconozco que por mi envergadura yo no veía la parte inferior de la pantalla. El asiento es cómodo, recoge bien y tiene ajuste eléctrico.

El bajo cuadro de instrumentos permite disponer de un parabrisas grande, sin obstáculos que facilita la visibilidad. En la parte inferior del salpicadero y en las puertas bajo las ventanillas hay una tira de luz ambiente que cambia de color según el modo de conducción, como la pantalla frente al conductor. Azul en modo eléctrico e híbrido y amarillo en modo sport.

En el centro del salpicadero tiene una pantalla grande, horizontal, con pocos huecos detrás lo que se agradece porque con el paso del tiempo son depósitos de polvo. Es táctil sensible y controla, como es habitual, la navegación, climatización, teléfono y el audio. Por abajo lleva otra pequeña pantalla, plana pero con una ligera inclinación con grandes iconos que sirve de atajo para pasar del audio a la navegación o cambiar la temperatura. Cambia también de color con el modo de conducción. En un nivel más bajo cuenta con botones convencionales para acciones rápidas como el warning, recirculación del aire, apagar o encender el climatizador. Tiene cargador del teléfono por inducción y una pequeña guantera con tapa con dos soportes para vasos y puerto USB. Las terminaciones son muy buenas, los materiales agradables y cuenta con detalles de gama alta como proyecta en los laterales de las puertas una luz con el escudo de Peugeot.

Conducción precisa

El comportamiento del Peugeot 308 SW híbrido de 225 caballos es preciso y sólido, trasmite confianza y tiene una rápida respuesta. Cuenta con dos pequeñas levas tras el volante para actuar sobre el cambio que es rápido cuando se precisa. En curva es muy estable pese a su longitud, aunque en frenadas bruscas se percibe lógicamente una mayor inercia de la carrocería. Tuve que hacer dos frenadas de emergencia y la respuesta fue excelente y segura. Todo ello con un consumo muy contenido porque el sistema híbrido permite una recuperación de energía en las frenadas y, aunque no se enchufe a la red, ayuda al motor térmico. En un recorrido mixto de 680 km registró un consumo de 6,3 litros a los 100 km.

El precio del Peugeot 308 con carrocería SW arranca en 27.200 euros, sin promociones. La motorización híbrida se puede adquirir desde 41.880 euros y la versión más potente arranca en los 43.380 euros. 

 

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