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Punto de carga de coches eléctricos Endolla Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Punto de carga de coches eléctricos Endolla Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

El 'engaño' de Barcelona a los coches eléctricos

Los usuarios rebaten los argumentos del Ayuntamiento para empezar a cobrar por la carga en la red municipal

Toni Fuentes

17.01.2021 00:00h

3 min

Estoy a punto de recibir la tarjeta como usuario de la red de carga de coches eléctricos Endolla Barcelona. Después de superar la burocracia, estaba listo para enchufar mi coche en los 500 puntos de recarga que el Ayuntamiento de Barcelona promocionaba con la promesa de que "las personas usuarias podrán utilizar cualquier estación pública de forma gratuita, puesto que el coste del servicio lo asume íntegramente la Administración". Suena atractivo, ¿verdad? Pues esa afirmación se ha convertido en un gran 'engaño', y no es el único.

Cuando reciba la tarjeta, tendré que aceptar uno de los planes de tarifas que aplica el Ayuntamiento de Ada Colau desde el día 18 de enero, como avanzó Coche Global. Se acabó la gratuidad, un incentivo para los usuarios de los coches eléctricos e híbridos que el consistorio dice que quiere impulsar. 

La medida llega justo en el momento en el que la venta de coches híbridos y eléctricos empieza a despuntar, con lo que ya se han alcanzado unas 7.000 recargas mensuales de media en la red municipal de Barcelona. La factura que suponían esos kWh repostados iba en aumento para un ayuntamiento que presume de su ecologismo pero que no es capaz de asumir el coste de ese incentivo que suaviza las desventajas que tienen todavía los vehículos electrificados, como un precio de compra elevado y el miedo a quedarte tirado por agotamiento de las baterías. Otro handicap es que, a menudo, las redes de carga son poco fiables porque, como sucede en el caso de Endolla Barcelona, las averías son muy frecuentes por lo que es habitual llegar a uno de los postes y tener que abandonarlo porque no funciona.

Coste máximo de 1,8 millones

El ayuntamiento no da datos del coste que le supone asumir el pago a las compañías eléctricas de esas recargas. Sin embargo, haciendo una proyección maximalista como si todas las recargas fueran de coches eléctricos y no híbridos, que tienen baterías más pequeñas, el coste podría ascender a unos 22 euros por cada una de las 7.000 repostajes aplicando las tarifas máximas que cobrará Endolla Barcelona. El coste agregado ascendería a unos 150.000 euros mensuales y unos 1,8 millones al año. Es una hipótesis maximalista ya que lo más habitual son coches híbridos, cuyas recargas pueden costar unos seis euros.  

¿Puede asumir ese coste el Ayuntamiento de Barcelona? Según Rosa Alarcón, concejal de Movilidad del PSC, no es posible porque, según dijo en una rueda de prensa, "la energía tiene un precio y, evidentemente, el usuario lo tiene que pagar". Justifica el inicio del cobro alegando que con la recarga gratuita "ninguna" empresa quiere invertir en crear puntos de recarga privados en Barcelona". Es otra afirmación que no se sustenta con la realidad, puesto que, efectivamente, las empresas tienen que que cobrar sus servicios, que hasta ahora lo hacían del ayuntamiento. ¿También quiere ahorrarse los costes de instalación de los puntos de carga, que, por cierto, reciben importantes subvenciones en el Plan Moves?

Indignación de usuarios

Para intentar suavizar el impacto del 'tarifazo' de Barcelona a los coches eléctricos, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha asegurado que los precios son "competitivos". Esta afirmación ha indignado a los usuarios de los coches eléctricos de la plataforma Electromaps​, que desmienten que cobrar un precio máximo de 0,49 euros por kWh sea competitivo puesto que es posible encontrar tarifas mucho más bajas incluso en puntos de carga privados. 

Y eso sin mencionar las empresas como Ikea o Mercadona que ofrecen recarga gratuita como un incentivo para atraer a clientes a sus establecimientos, y otras administraciones como el Área Metropolitana de Barcelona que también permiten carga sin coste. El ayuntamiento de Barcelona debería creerse lo que predica, la necesidad de sustituir coches de combustión por otros sin emisiones, e invertir en el objetivo de reducir la contaminación. De lo contrario, el camino cicatero y economicista que ha llevado a empezar a cobrar por la carga podría hacer también que el ayuntamiento cobre a los usuarios de vehículos sin emisiones el 100% del impuesto de circulación o el aparcamiento en la zona azul.     

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