Casi por primera vez, la realidad nos está desmintiendo... para bien. En lo peor de la crisis sanitaria, el sector se estaba preparando para aguantar varios meses antes de recuperar un nivel de actividad y de matriculaciones comparable a las que había antes del 14 de marzo.
Pues bien, el Plan Renove 2020, junto al buen trabajo que están haciendo marcas y concesionarios para movilizar el mercado, han dado como resultado que, al menos en estos primeros meses de la “nueva normalidad”, las ventas estén en niveles parecidos a los del ejercicio pasado. Eso sí, no vamos a poder remontar los dos meses de cierre, y el mercado caerá este año, según la previsión de Faconauto, un 32%, para rebotar por encima del 20% ya en 2021, pero sin llegar todavía al cierre de 2019, que es donde nos tenemos que mirar.
Aparte de estas cifras, quiero destacar algunas lecciones que hemos sacado en claro durante estos meses. En primer lugar, que la obsesión de los concesionarios ha de ser asegurar la rentabilidad y la liquidez. La tecnología se ha revelado como la gran salvadora, como la gran oportunidad. Prestar soluciones 'online' a los clientes ha de convertirse en el gran objetivo, y en esto vamos a ver cómo se aceleran procesos.
Evitar los cierres
Además, ha quedado claro que las concesiones deben estar preparadas para afrontar cualquier nueva contingencia o recaída para asegurar la continuidad de sus operaciones, pase lo que pase: no se pueden permitir volver a cerrar sus instalaciones durante tanto tiempo. Para ello, una vez más, habrá que echar mano a lo digital. No lo perdamos de vista.
Los próximos meses serán clave, particularmente el camino hasta diciembre. No sería mala noticia que se cumplieran las previsiones, porque querría decir que no ha habido una recaída y que los cimientos de la recuperación serán más firmes.