Industria

Toyota no es inmune: los aranceles le cuestan 8.145 millones

Toyota rebaja sus previsiones de beneficio con un descenso del 44% en 2025 tras ceder un 37% hasta junio por el impacto de los aranceles de Trump

El nuevo Toyota RAV4

El nuevo Toyota RAV4

Toni Fuentes

07.08.2025 10:49h

2 min

Ni la marca más rentable del mundo está a salvo de la política proteccionista de Estados Unidos. Toyota, sinónimo de eficiencia industrial y gestión conservadora, acaba de recibir un golpe de realidad. La compañía japonesa ha reconocido que perderá hasta 1,4 billones de yenes (8.145 millones de euros) en su año fiscal 2026 a causa de los aranceles impuestos por Donald Trump a las importaciones de vehículos y componentes desde Japón, Canadá y México.


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Y eso no es todo: el primer trimestre fiscal ya refleja el daño. Entre abril y junio, el beneficio neto de Toyota cayó un 37 % interanual, hasta los 841.300 millones de yenes (4.895 millones de euros), mientras que su beneficio operativo se redujo un 11 %. En términos de ventas, sin embargo, no hubo malas noticias: la facturación creció un 3,5 % hasta los 12,25 billones de yenes (71.271 millones de euros) gracias a una recuperación en la producción y una fuerte demanda mundial. La compañía vendió 2,41 millones de unidades, un 7 % más, con crecimientos especialmente destacados en Norteamérica, Asia y mercados emergentes.

Pero ni las cifras récord de vehículos electrificados (un 47,6 % del total) ni los esfuerzos en digitalización y eficiencia operativa pudieron amortiguar del todo el impacto arancelario. Solo entre abril y julio, los gravámenes del 25 % restaron 450.000 millones de yenes a las cuentas del grupo. Y eso con la previsión optimista de que, a partir de agosto, los aranceles bajen al 12,5 %. De no ser así, el impacto sería aún más severo.

El mito de la invulnerabilidad

Toyota ha sido durante décadas el paradigma de la resiliencia empresarial. Tras sobrevivir a la crisis financiera de 2008, a la tragedia del tsunami de 2011 y a las recientes disrupciones por la pandemia, muchos creían que la firma de Aichi era inmune a cualquier embate económico. Pero los aranceles estadounidenses han demostrado que ni siquiera su impecable cadena de valor puede escapar de una guerra comercial en toda regla.

Aunque el grupo mantiene su previsión de ventas para el ejercicio fiscal 2026 (48,5 billones de yenes, un 1 % más que el anterior), ha tenido que rebajar significativamente sus previsiones de beneficios: un 44 % menos en resultado neto y un 33 % menos en beneficio operativo.

En su presentación de resultados, Toyota aseguró que continuará invirtiendo de forma amplia y reforzará la productividad junto a proveedores y concesionarios. Es decir, la estrategia es resistir y adaptar, más que reaccionar con cambios bruscos. Pero en privado, muchas voces del sector alertan de que si Washington mantiene o endurece sus políticas arancelarias, Toyota podría verse forzada a reconsiderar su estructura de producción global. A día de hoy, Estados Unidos representa su principal mercado, y la ausencia de una base manufacturera local suficientemente amplia complica esquivar los aranceles.

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