Industria

La paz llega al conflicto de los chips con China

El Gobierno de Países Bajos suspende la intervención de Nexperia, tal como reclamaba Pekín para normalizar el envío de chips a la automoción

Microchips del fabricante Nexperia / NEXPERIA

Microchips del fabricante Nexperia / NEXPERIA

Toni Fuentes

19.11.2025 11:42h

3 min

El Gobierno de Países Bajos ha suspendido la intervención que mantenía sobre el fabricante de semiconductores Nexperia (controlada por capital chino), una medida excepcional que permitía bloquear decisiones internas de la compañía si se consideraba que ponían en riesgo el suministro europeo de chips. El gesto, celebrado en La Haya y en Pekín, busca desescalar un conflicto político y comercial que durante semanas amenazó con estrangular la cadena de suministro de la automoción y otros sectores clave.

El ministro neerlandés de Asuntos Económicos, Vincent Karremans, explicó en un comunicado que los avances en las conversaciones con China permiten “dar un paso constructivo suspendiendo la orden”, dictada el pasado septiembre al amparo de la Ley de Disponibilidad de Bienes de 1952, utilizada entonces por primera vez en la historia. La suspensión, subrayó el ministro, se ha decidido “en estrecha consulta con socios europeos e internacionales”.

Semanas de tensión y riesgo de parón industrial

La intervención del Gobierno neerlandés, anunciada el 30 de septiembre, apartó de la gestión al director chino de Nexperia, Zhang Xuezheng, por temor a que pudiera comprometer la producción de chips en Europa. Un día después, un tribunal de comercio de Ámsterdam ratificó la medida. Nexperia, con sede en Nimega, pertenece desde 2019 al conglomerado chino Wingtech.

Pekín respondió con contundencia: bloqueó las exportaciones de chips terminados desde la principal fábrica de Nexperia en China el 4 de octubre, una medida que dejó a la industria automotriz europea en máxima incertidumbre. Varias plantas alertaron del riesgo de ralentizaciones e incluso paros productivos si no se restablecía el flujo de componentes.

Reuniones “constructivas” y señales de distensión

Karremans afirmó que en los últimos días se han producido reuniones “constructivas” con las autoridades chinas y que “ya se observan gestos de buena voluntad” en las medidas adoptadas por Pekín para asegurar el suministro a Europa y otros mercados.

“Vemos con optimismo las medidas para garantizar el flujo de chips”, señaló el ministro, que recordó que Países Bajos mantiene abierta la posibilidad de reactivar la intervención si volviera a detectar riesgos para la producción continental. Una delegación neerlandesa continúa esta semana en China negociando una salida estable al conflicto.

Un proveedor estratégico bajo sospecha

Nexperia es un proveedor clave de chips básicos utilizados en teléfonos móviles, vehículos y paneles solares, entre otros productos de gran demanda. La preocupación sobre su control no es nueva: la compra por parte de Wingtech en 2019 ya generó inquietud por la creciente dependencia tecnológica respecto a China.

Según reveló el diario neerlandés NRC, la intervención se desencadenó por el temor a que Wingtech estuviera trasvasando propiedad intelectual desde una planta británica y preparara el desmantelamiento de la división europea. El directivo Zhang habría amenazado con despedir al 40 % del personal en Europa y cerrar el centro de I+D de Múnich, además de trasladar la producción de obleas a China.

Una distensión clave para la industria europea

La suspensión de la intervención supone un respiro para la industria automotriz, altamente dependiente de los chips de Nexperia. La normalización del suministro evitaría nuevos cuellos de botella y contribuiría a estabilizar las cadenas de producción, golpeadas en los últimos años por la pandemia, la crisis logística y las tensiones geopolíticas.

Aunque la paz aún es provisional, el gesto neerlandés marca un giro tras semanas de escalada. Ambas partes coinciden en que el diálogo continuará.

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