El presidente ejecutivo de Volkswagen, Oliver Blume, ha reafirmado la necesidad de profundizar en la reducción de costes en el mayor fabricante de automóviles de Europa, en un contexto marcado por la presión competitiva, el avance de los fabricantes chinos y una transición al vehículo eléctrico más lenta de lo previsto.
Durante su intervención en la reunión de gestión de dos días del grupo celebrada en Berlín, Blume subrayó que la contención de costes seguirá siendo una prioridad estratégica para la compañía. “La tarea ahora es seguir reduciendo consistentemente nuestros costes para seguir siendo competitivos a largo plazo”, afirmó el directivo, quien identificó el liderazgo, el enfoque y las finanzas como los tres pilares sobre los que se apoyará la hoja de ruta del grupo en el nuevo ejercicio.
Más disciplina en costes e inversión
Blume defendió, no obstante, que Volkswagen cuenta con las bases necesarias para asegurar su futuro, gracias al potencial de sus marcas y a su cartera de productos, en un momento de profunda transformación de la industria del automóvil.
En la misma línea, el responsable financiero del grupo, Arno Antlitz, insistió en que Volkswagen debe aprender a generar más ingresos con menos recursos. “Esto requiere una gestión de costes y una disciplina de inversión aún más estrictas”, señaló, al detallar los planes del fabricante para mejorar los márgenes de los vehículos eléctricos, reducir de forma significativa los costes fijos y de fábrica y concentrar las inversiones en tecnologías consideradas clave para el futuro.
Antlitz añadió que la estrategia pasa también por reforzar las sinergias internas del grupo, reducir la complejidad organizativa y fortalecer la posición de Volkswagen en mercados estratégicos como Estados Unidos y otras regiones fuera de Europa, donde el grupo busca ganar peso para compensar la debilidad de la demanda en el mercado europeo.
Recorte de empleo en marcha
Las declaraciones se producen después de que, en diciembre de 2024, Volkswagen alcanzara un acuerdo con los sindicatos para acometer una profunda reestructuración de sus operaciones en Alemania. El plan contempla hasta 35.000 recortes de empleo de aquí a 2030, como parte de los esfuerzos para ajustar costes y mejorar la eficiencia frente a una competencia cada vez más intensa y un entorno de mercado incierto.
Según Antlitz, las primeras señales de este ajuste ya comienzan a reflejarse en las cuentas del grupo, ya que los gastos generales se situaron este año por debajo de los del ejercicio anterior por primera vez en mucho tiempo, un dato que la dirección considera clave para avanzar en la transformación del grupo y preservar su competitividad a largo plazo.