El sector de la automoción ha recibido el Plan España Auto 2030 como la oportunidad que llevaba años reclamando para asegurar su futuro industrial en plena transición hacia el vehículo eléctrico. Fabricantes, concesionarios, proveedores y sindicatos coinciden en que el documento presentado por el presidente Pedro Sánchez supone un punto de inflexión, aunque también advierten de que su éxito dependerá de la rápida aplicación de sus medidas y de la dotación presupuestaria real.
El plan, impulsado por el Ministerio de Industria y elaborado con liderazgo de Anfac y consultando al sector, fija una hoja de ruta con 25 medidas para blindar el peso de una industria que genera dos millones de empleos y que deberá transformarse por completo en la próxima década, cuando solo se produzcan vehículos de cero emisiones.
Anfac destaca el potencial del plan
El presidente de los fabricantes, Josep Maria Recasens, planteó el plan como un instrumento defensivo y ofensivo al mismo tiempo. “La pregunta no es si se venderán coches: se venderán siempre. Lo que debemos decidir es si queremos ser solo un mercado doméstico o un país donde se fabrican y venden vehículos”, afirmó.
Recalcó que España se juega atraer las inversiones de la nueva movilidad y que “una industria fuerte necesita un mercado fuerte”. El plan incluirá mecanismos de seguimiento para ajustar objetivos si es necesario.
Un respaldo explícito de la cadena de valor
La patronal de concesionarios (Faconauto) destacó que el plan llega en un momento “determinante” y que por fin consolida “una política industrial de Estado” que protege el empleo y guía al ciudadano hacia la movilidad electrificada. “La continuidad de las ayudas más allá del 31 de diciembre aporta certeza al comprador”, señaló su presidenta, Marta Blázquez.
El presidente de Ganvam, Jaime Barea, valoró que el plan recoja "un concepto muy defendido por Ganvam", que es impulsar una movilidad asequible. Sin embargo, Barea considera imprescindible que se resuelva la incertidumbre sobre las operaciones pendientes del Moves III, que acumula una lista de unas 40.000 solicitudes pendientes por un valor de ubos 300 millones.
Los proveedores agrupados en Sernauto, por su parte, valoraron el plan como una herramienta imprescindible para preservar las inversiones ya existentes y atraer nuevas capacidades productivas vinculadas al vehículo electrificado. Su presidente, Javier Pujol, recalcó que España debe aspirar a ser “uno de los polos industriales más atractivos de Europa”.
Los sindicatos piden más ambición y el empleo en el centro
CCOO y UGT calificaron la estrategia como “un buen punto de partida”, pero reclaman más ambición para garantizar una transición socio-laboral justa. Subrayan que el empleo debe estar “en el centro” y piden reforzar la estabilidad contractual, la formación en nuevas tecnologías y el relevo generacional. También reclaman eliminar la precariedad en proveedores y reducir riesgos laborales, especialmente en puestos repetitivos asociados a la producción en cadena.
Para CCOO resulta "imprescindible" mejorar la estabilidad del empleo y la contratación indefinida junto a la cualificación profesional, la formación continua y la adaptación a las nuevas tecnologías; reducir la desigualdad de género y promover la inclusión de las personas migrantes.
UGT FICA confía en que el plan ayude a la industria española del automóvil a realizar una transición "justa y ordenada" hacia el vehículo eléctrico. "El Plan Auto 2030 ha sido un proyecto en cuya elaboración ha participado UGT FICA y del que esperamos que pueda ver finalmente la luz y convertirse en breve en una realidad", ha manifestado el secretario general de UGT FICA, Mariano Hoya.
Reproches ecologistas
T&E, Ecodes y Fundación Renovables celebraron que el plan reconozca la electrificación como vía principal para reducir emisiones y fortalecer la autonomía industrial, pero lamentaron no haber participado formalmente en su elaboración y alertan de “carencias clave”.
Valoran especialmente la creación del Plan Auto+ con ayudas directas, pero reclaman que se focalice exclusivamente en vehículos 100% eléctricos y que se refuerce el reciclaje de baterías y la economía circular. Critican que la reforma de las etiquetas ambientales no haya sido incluida.
Un plan ambicioso que aspira a ser punto de inflexión
El Plan Auto 2030 nace con el desafío de elevar el valor añadido del sector desde los 85.000 millones actuales a 120.000 millones en una década y asegurar la posición de España como segundo fabricante europeo en la era eléctrica. Pedro Sánchez anunció que el Gobierno movilizará 1.300 millones de euros en 2026 para impulsar el vehículo eléctrico: 400 millones en el plan Auto+ de ayudas directas en el momento de la compra, refuerzo del PERTE VEC con 580 millones y 300 millones para extender la red de recarga en las llamadas zonas sombra.
