A este paso, quedarán pocos salones del automóvil en pie. La epidemia del coronavirus se ha convertido en un tsunami que está provocando la cancelación de los principales eventos del motor. La última víctima ha sido el Salón del Automóvil de Detroit, el principal de Estados Unidos.
La organización del salón ha atribuido la decisión a la imposibilidad de encontrar un espacio alternativo al recinto ferial en el que se iba a celebrar, que ha sido intervenido por el Gobierno federal para ser utilizado como hospital de campaña para atender a los enfermos de Covid-19.
"Aunque estamos decepcionados, no hay nada más importante para nosotros que la salud, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de Detroit y Michigan, y haremos todo lo posible para apoyar la lucha de nuestra comunidad contra el brote de coronavirus", aseguró el director del Salón de Detroit (NAIAS), Rod Alberts.
Plan de hospitales de campaña
"Dado que se considera que los más de 100 centros e instalaciones de convenciones en todo el país podrían servir como hospitales temporales, nos quedó claro que el Centro TCF sería una opción inevitable para servir como un centro de atención para satisfacer las necesidades de salud urgentes de nuestra comunidad". añadió.
"Una de las características distintivas de NAIAS desde el principio ha sido nuestro compromiso de ser socialmente responsables", dijo Alberts. “Nuestros pensamientos continúan con aquellos cuyas vidas han sido impactadas por este virus devastador. Y apoyamos la misión de la ciudad y el estado de ayudar a preservar la vida frente a esta difícil situación”.
Ante la imposibilidad de NAIAS de encontrar un recinto alternativo y ante la propagación de la epidemia en Estados Unidos, el salón tró la toalla y anunció la cancelación y las fechas para celebrar el evento en 2021.
Crisis de los salones
La cancelación del Salón de Detroit se ha anunciado casi simultáneamente a la anulación del Salón de París, a pesar de que este último estaba previsto para principios de octubre. En ambos casos, los dos salones estaban sufriendo en años anteriores la ausencia de grandes grupos automovilísticos que se habían replanteado sus inversiones en eventos similares.
De hecho, el Saón de Detroit quería estrenar este año las nuevas fechas en junio en lugar de enero en busca del buen tiempo para incrementar la asistencia de visitantes como argumento para atraer a más marcas de automóviles.
