El ciudadano como motor de la transición ecológica y a su vez como principal freno. Los principales representantes de la distribución, la posventa, la movilidad eléctrica y las dos ruedas debatieron en Casa Seat en la segunda mesa de la presentación de Barómetro Auto Mobility Trends 2025 bajo el título “La movilidad que quieren los usuarios”. Y coincidieron en un diagnóstico: el ciudadano sigue necesitando claridad regulatoria, ayudas eficaces, soluciones acordes a su bolsillo y confianza en que la industria y la red comercial están preparadas para acompañarle.
Descarga en este enlace el Barómetro Auto Mobility Trends 2025
José Ignacio Moya, director general de Faconauto, resumió el estado de ánimo que se percibe en los puntos de venta: “Cuando llega un cliente al concesionario, está desconcertado”. La mezcla de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) heterogéneas, “normativas municipales complicadas” y el mensaje de que en 2035 el coche de combustión desaparecerá, crean ruido donde haría falta simplicidad. Frente a ese ruido, el concesionario actúa como embajador de la electrificación, aunque con los pies en la tierra: un estudio de Faconauto y Sigma Dos revela que el 68% de los españoles no se plantea comprar un coche eléctrico y solo un 20% lo haría sin ayudas.
Para vencer esa inercia, Moya planteó cuatro palancas: continuidad del Plan MOVES III -agotado ya en la mayoría de comunidades-; un plan nacional de renovación bajo neutralidad tecnológica; certeza y seguridad con herramientas pedagógicas como los decálogos elaborados con AEDIVE; y fiscalidad que favorezca la demanda.

De Lucía (Aedive), Miguélez (Ganvam), Riaño (Anesdor) y Moya (Faconauto) en Auto Mobility Trends 2025
El eléctrico tiene quien lo repare
Desde la distribución y la posventa, Fernando Miguélez, director general de Ganvam, subrayó que la transformación se ha hecho “en buenas manos”. Con un 30 por ciento menos de actividad que antes de la pandemia, el sector mantiene 350.000 empleos directos e invierte más de 1.300 millones de euros al año en digitalización, conectividad y reacondicionamiento. "Somos el ejemplo práctico de la transición: reparamos, reutilizamos y reciclamos. Esa reputación hay que ponerla en valor para ganar la confianza del usuario", subrayó.
Miguélez recordó que la capilaridad de la red reparadora será clave para disipar el miedo a la falta de mantenimiento especializado en vehículo eléctrico: "Los talleres ya están preparados; lo hemos demostrado con el manifiesto ‘El eléctrico tiene quien lo repare’".
La movilidad que quieren los usuarios no son solo coches. José María Riaño, secretario general de Anesdor, introdujo las particularidades de la categoría L (vehículos ligeros): “La automoción engloba algo más que coches”. Las motos eléctricas muestran, a su juicio, una foto más matizada que la de los coches: el ciclomotor eléctrico supera ya el 30 por ciento de cuota, pero la falta de autonomía y de ayudas específicas frena a las motos medias y grandes. "El MOVES excluye a los ciclomotores y a las motos de más de 10.000 euros; eso deja fuera a 800.000 vehículos que cumplen las Euro 5 y Euro 5+. No pedimos cambiarlo todo, sino atender las particularidades", insistió.
Entre la imposición y el entusiasmo
Arturo Pérez de Lucía, director general de AEDIVE, situó el pulso ciudadano entre la imposición y el entusiasmo. La última edición de la Feria VEM2025, con casi 40.000 visitantes, refleja que “la gente está pasando de la imposición al entusiasmo” gracias a más producto, mejores precios relativos y mayor autonomía y experiencia de uso.
Para desactivar la polarización, pidió alinear mensajes y, sobre todo, probar: con casi 700.000 kilómetros recorridos en eléctrico, aseguró que viajar hoy por España y fuera “no es un problema”. Pero advirtió de palancas que faltan: financiación e infraestructura de recarga con incentivos que no acaban de implementarse.

Mesa sobre movilidad en Auto Mobility Trends en Casa Seat
Etiquetas: "No liemos las cosas"
Sobre las etiquetas, Moya defendió “simplicidad regulatoria”: mantener la guía actual para no abrir más frentes y concentrarse en lo urgente, la renovación del parque que ya tiene 15 años de media. "No liemos más las cosas", reclamó Moya, aludiendo a la tentación de reabrir el debate sobre las etiquetas medioambientales en plena vorágine normativa europea.
Riaño secundó la idea, pero alertó: "Sencillez no significa olvidar las excepciones; sin marcos homogéneos que reconozcan cada tipología de vehículo". En el caso de las motos, “se están interpretando mal las etiquetas”. No han salido nuevas etapas Euro en los coches desde que se aprobó la legislación, mientras “en las motos han salido dos etapas Euro que no están contempladas en la renovación de las etiquetas. Unos 800.000 vehículos están en un vacío legal”. Moya parafraseo a Riaño afirmando que “cada vez que cojo un coche de una moto tengo la sensación de que voy a hacer algo mal”.
El cierre dejó un mensaje compartido: probar la tecnología derriba prejuicios —“quien prueba un eléctrico, rara vez vuelve a la combustión”, recordó Pérez de Lucía. La red de distribución y posventa está preparada, y el sector se siente más unido que nunca. “Este año aspiramos a acabar con más de 200.000 electrificados -mitad puros, mitad enchufables-”, avanzó Miguélez.