La negociación del plan de competitividad para las fábricas de Nissan de Barcelona y Montcada está caldeando el clima laboral. Los trabajadores de los dos centros han participado en las primeras movilizaciones convocadas por los sindicatos en protesta por el recorte de plantilla de 600 empleados y para exigir garantías de futuro.

Después de la reunión mantenida el lunes, los sindicatos convocaron las primeras protestas en respuesta a lo que consideran como una falta de respeto de la dirección de Nissan Motor Ibérica a la plantilla. La compañía planteó que, además de reducir la plantilla con 600 prejubilaciones y bajas incentivadas, necesita contener los costes salariales.

Congelación salarial

Con esa finalidad, Nissan ha planteado dos años de congelación salarial (2018 y 2019) y dos años más con una subida del 0,5% (2020 y 2021), es decir, por debajo casi seguro de la inflación. En esos cuatro años, la plantilla acumularía una pérdida de poder adquisitivo de varios puntos.

Las primeras movilizaciones convocadas por el comité han consistido en asambleas y concentraciones en las instalaciones de las dos fábricas y en las oficinas de recursos humanos. Las protestas han tenido un amplio seguimiento por parte de los trabajadores, que han recibido información sobre la negociación en marcha por parte de los miembros del comité. Los sindicalistas han lamentado la falta de propuestas de futuro por parte de la compañía más allá de anunciar una inversión de 70 millones en una nueva nave de pintura. El comité exige a Nissan un volumen mínimo garantizado de producción que sitúan en 175.000 vehículos al año frente a los más de 70.000 actuales.

En Montcada i Reixac, el comité de empresa ha recibido la visita de la alcaldesa de la localidad, Laura Campos. que se ha interesado por la negociación y ha mostrado su apoyo a los trabajadores.