La política de recorte de las emisiones de CO2 que se aplica a las grandes empresas industriales en la Unión Europea se complica en el Parlamento Europeo. Cuando todo hacía presagiar que la propuesta de Bruselas de ir suprimiendo el actual mercado de emisiones, saltó la sorpresa al ser rechaza en la votación que ha tenido lugar en el pleno.
La transición ecológica se está convirtiendo en un asunto que pone la sensibilidad a flor de piel tal como se ha podido comprobar en una agitada sesión del pleno del Europarlamento. La propuesta que se tenía que votar y aprobar ha sido rechazada en su primer paquete de medidas básicas relativas al mercado europeo de emisiones de CO2. Como consecuencia, la propuesta para suprimir el mercado de emisiones de CO2 y otras disposiciones relacionads han sido enviadas de vuelta a la Comisión de Medio Ambiente para negociar un nuevo texto.
Cambio de voto a última hora
La futura reforma del mercado europeo de emisiones de CO2, el llamado sistema ETS, pone precio al dióxido de carbono emitido por unas 11.000 plantas industriales de consumo energético intensivo contempla una serie de permisos gratuitos de CO2 para que las industrias tengan tiempo para invertir en tecnologías limpias y mantener la competitividad. El texto aprobado previamente en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, posición que suele respetar el pleno, preveía que esos permisos fueran reduciéndose progresivamente para desaparecer en 2030, pero una enmienda introducida por el Partido Popular Europeo, que salió adelante, elevaba esa fecha hasta 2034.
Los socialdemócratas y los Verdes decidieron entonces votar en contra y tumbaron el texto -que cayó con 265 votos a favor, 340 en contra y 34 abstenciones- y tendrá que volver a debatirse en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, para eventualmente someterse a una nueva votación en sesión plenaria.
La reforma del sistema ETS es uno de los ocho textos que se someten este miércoles a voto en la Eurocámara, todos ellos parte del enorme paquete legislativo "Fit for 55" para que la UE reduzca sus emisiones de CO2 en al menos un 55 % en 2030 respecto a 2050 como senda intermedia para alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo.
Tormenta política
"Es un mal día para el Parlamento Europeo. Hoy han votado en contra juntos los socialistas, ecologistas y la extrema derecha", lamentó el eurodiputado al frente de la ponencia, que pidió que se votara una "segunda oportunidad".
Desde las filas de los verdes han advertido al Partido Popular y a la Comisión que tiene que trabajar para " obtener un respaldo mayoritario". Los socialistas han lamentado nque se han visto forzados a votar en contra debido a las votaciones previas de las enmiendas.
