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El presidente de Chery junto a patronales y sindicatos / DAVID ZORRAKINO / EUROPA PRESS

El presidente de Chery junto a patronales y sindicatos / DAVID ZORRAKINO / EUROPA PRESS

El rey desnudo de la movilidad eléctrica

La debilidad del mercado y los mensajes hostiles de las ciudades son una espada de Damocles para captar y mantener inversiones como la de Chery

Toni Fuentes

04.12.2022 01:45h

3 min

Las inversiones en nueva movilidad se pueden apreciar ya en algunas ciudades con cambios en el paisaje. En los últimos años han surgido nuevos servicios de coches y patinetes compartidos, han abierto nuevas tiendas y 'embajadas' centradas en los vehículos eléctricos y también han cerrado otros centros que han resultado víctimas de la transición. En Barcelona podemos ver ejemplos de esas transformaciones y del riesgo de que no veamos que el rey va desnudo.  

En el paseo de Gràcia, donde antes se ubicaba la lujosa joyería Tiffany, encontramos ahora un espacio de un blanco impoluto en el que la nueva movilidad ya es una realidad de la mano de Polestar, la marca creada por Volvo y Geely. El vanguardista modelo Polestar 2 aguarda la llegada de fans de la electromovilidad. De momento, la nueva marca, que acaba de abrir un espacio similar en Madrid, ha vendido 121 coches en España en 11 meses. 

Debilidad del mercado

Polestar tiene un ambicioso plan de expansión con el que espera coger la cresta de la ola del despertar de las ventas de vehículos eléctricos en Europa y también en España. Como Polestar hay otras nuevas y viejas empresas que han desembolsado importantes inversiones o que sondean, como Chery, a la espera del nuevo mercado. Sin embargo, ese despegue está siendo más lento de lo previsto en los planes oficiales y en una coyuntura que lo dificulta todavía más. 

Mientras Polestar se instala en una zona 'prime', se están produciendo algunos cierres de proveedores de componentes y el más sonado de Nissan, el peor cierre en la industria de automoción en décadas. La transición ecológica y digital se acelera pero no de forma simétrica en todos los países y mercados.

Nosotros estamos a la cola en el desarrollo de la movilidad eléctrica, tal como detecta el barómetro de Anfac. Esa debilidad del mercado es una espada de Damocles de cara a la captación y el mantenimiento de las inversiones como las de Polestar y, por supuesto, las de grandes proyectos industriales como el de la china Chery. Como ha advertido en varias ocasiones Wayne Griffiths, presidente de Seat y de Anfac, para producir coches eléctricos antes hay que venderlos. 

El mensaje de las administraciones

En ese contexto, los mensajes que reciban Tongyue Yin, presidente de Chery, y el resto de directivos que toman las decisiones sobre inversiones tienen una importancia estratégica. Los pobres resultados de ventas son difíciles de esconder, pero hay otras señales como el trato que reciben las empresas inversoras en la ciudad, la región y el país en el que se instalan. Esos mensajes son, a menudo, confusos o directamente hostiles. Como sucede en Barcelona, donde la movilidad se ha convertido en un problema para los vecinos y en un asunto que provoca crispación política, como se pudo comprobar en el debate organizado por Fecavem en el marco del Salón Ocasión. 

Cuando un partido o un concejal desprecian la experiencia en movilidad de otra ciudad como Madrid, con una oferta mucho más rica que Barcelona, al anteponer viejas y tópicas rencillas es que hay un problema grave de visión. La realidad, como en el cuento, es que el rey va desnudo.   

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