Desde hace unos años los relojeros suizos, los principales fabricantes del mundo de este tipo de productos, han visto como sus ventas de relojes convencionales o asequibles caían en picado como efecto colateral de la generalización de los teléfonos móviles, que se han convertido también en nuestra cámara de fotos, despertador, reloj, grabadora…
En 2019, el último año ‘normal’ del que tenemos datos, se vendieron en todo el mundo 20,6 millones de relojes suizos, nueve millones menos que en el 2000. Pero con una gran diferencia entre tipos de productos. Mientras las ventas de relojes con un precio de entorno a 200 francos suizos (unos 182 euros) se hundieron un 50% en esas dos décadas, las de relojes de lujo con un precio de 3.000 francos (unos 2.742 euros) casi se triplicaron, con un crecimiento del 241%. En el año 2000 el valor de las exportaciones de relojes de gama alta supuso 3.000 millones de euros pero en 2019 fueron 13.000 millones.
Visto donde está creciendo el negocio, los grandes relojeros están potenciando sus relaciones con los fabricantes de automóviles de lujo, con los que de alguna manera han estado vinculados desde los orígenes del automóvil a principios del siglo XX y de la competición. Las grandes marcas relojeras han sido cronometradores de las carreras, patrocinadores de equipos de F1 o simplemente socios en proyectos concretos, con el objetivo común de lograr la excelencia tecnológica, la innovación y el estilo. En estas alianzas puntuales la colección primavera-verano 2021 de relojes de lujo huele a gasolina y a goma quemada.
IWC y Mercedes AMG
La relojera suiza IWC Schaffhausen, creada en 1868 por Florentine Ariosto Jones, nacido en Estados Unidos, quien consiguió combinar la artesanía tradicional con la entonces nueva industria. Desde 2004 IWC colabora con Mercedes Benz y su división AMG, encargada de hacer las preparaciones más deportivas. Es uno de los patrocinadores de su equipo de F1 y ha lanzado varias colecciones de relojes firmadas por Lewis Hamilton.
Ahora acaba de lanzar una edición especial AMG del cronógrafo Aviador con el calibre 69385, de manufactura propia de IWC, y el primer reloj Aviador cronógrafo con una caja fabricada en titanio. La esfera está hecha con fibra de carbono, un material habitual en los coches deportivos, y el cristal es de zafiro anti reflectante. Se puede sumergir hasta 60 metros y tiene una reserva de marcha de 46 horas. Su precio se sitúa en torno a los 9.900 euros.
TAG Heuer y su homenaje al GP de Mónaco de F1
La relación de TAG Heuer con la competición automovilística es posiblemente la más famosa gracias, sobre todo, al cine y a Steve McQueen. Jack Heuer, bisnieto del fundador de la compañía fue el pionero de esta relación al crear en 1963 el cronógrafo Heuer Carrera, diseñado para que los pilotos pudieran ver la hora mientras estaban corriendo, y entonces las carreras eran muy duras. De hecho, el nombre (en castellano) lo toma de la dura Carrera Panamericana, mítica en la época, que dio también nombre al Porsche Carrera.
En 1969 Jack creó el Heuer Monaco, el primer reloj cronógrafo automático cuadrado y hermético al agua. El nombre lo tomó del Gran Premio de Mónaco de F1 y del Rally de Montecarlo. Un año después el reloj pasó de famoso a mito, cuando McQueen rodó la película ‘Le Mans’, en la que llevaba el mono y el reloj del personaje que interpretaba, Jo Siffert, el primer patrocinado de TAG Heuer.
Para conmemorar el regreso de la F1 a las calles de Mónaco en 2021 y el 78 Gran Premio en el principado, el relojero suizo ha lanzado una serie especial limitada de 500 unidades, TAG Heuer Monaco Titan Limited Edition que mantiene las líneas clásicas, pero utiliza un material nuevo, el titanio que se ha utilizado para fabricar la caja que se combina con una esfera plateada, en contraste con las subesferas negras y los detalles rojo brillante de la aguja central. La automoción inspira también la correa deportiva en piel de cocodrilo y color antracita. El cristal es de zafiro abombado y biselado y el precio se sitúa entorno a los 6.300 euros.
Richard Mille y el McLaren Speedtrail
Richard Mille es una de las marcas más joven entre las más codiciadas del sector. Nació en 1999 caracterizada por su alta tecnología. Es el relojero de Rafa Nadal, para el que le hecho varias ediciones limitadas y desde el pasado mes de febrero también el de Ferrari. Acaba de lanzar una serie especial limitada de sólo 106 unidades y denominada RM 40-01 Automatic Tourbillon McLaren Speedtail, el número coincide con la cantidad de superdeportivos Speedtail que ha producido el fabricante británico.
El relojero se implicó a fondo para conseguir su reloj más sofisticado. Se trabajó sobre cinco prototipos antes de llegar al definitivo. Para lograr el cristal definitivo fueron necesarios 18 meses de trabajo y la arquitectura del movimiento exigió 8.600 horas de desarrollo. El diseño de la correa también es exclusivo y se ha logrado sobreimprimir en la goma la línea naranja que marca las 6 en el reloj. Su precio también es exclusivo 900.000 francos suizos (822.760 euros).
Aston Martin y Girard-Perregaux, nueva alianza
El pasado mes de febrero Aston Martin y el relojero suizo Girard-Perregaux establecieron una nueva colaboración cuyo primer resultado es un nuevo Tourbillon, edición especial con el nombre de la marca británica, la preferida por James Bond del que sólo se van a fabricar 18 unidades con un precio de unos 146.000 euros, cada uno. El diseño es una versión contemporánea del reloj de bolsillo de tres puentes del siglo XIX con algunos elementos decididamente innovadores. Por ejemplo, lleva la primera correa de piel de becerro negra con un inserto de caucho inyectado de oro blanco. La caja está fabricada en titanio bañado con carbono diamantino negro y el cristal de zafiro lo cubre en la parte frontal y trasera, iluminando el interior y mejorando la visión de la hora. Un detalle es que la jaula del tourbillon, de sólo 10 mm de diámetro, está formada por 79 componentes con un peso total de 0,25 gramos.
Bugatti con la austriaca VIITA Watches
El fabricante francés de superdeportivos Bugatti, actualmente integrado en el grupo Vokswagen, enlaza su centenaria tradición con los relojes más modernos en funciones y uso. Acaba de lanzar tres nuevas piezas, fabricadas de forma artesanal en colaboración con la empresa austriaca especializada en relojes conectados de lujo, VIITA Watches. Modernos, sofisticados, prácticos estos tres nuevos relojes incorporan múltiples funciones como 90 deportes, medición del nivel de oxígeno en sangre, aceleración o un sistema de seguimiento GPS desarrollado específicamente para estos relojes. Sus nombres hacen referencia al glorioso pasado de Bugatti: Ceramique Edition One Pur Sport, Ceramique Edition One Le Noire y Ceramique Edition One Divo. La correa se puede personalizar optando por una de caucho o de titanio, ambas a medida. Su precio curiosamente también es el más asequible, entre 899 y 1.100 euros.
Bentley y Breitling, dos décadas de colaboración
La marca británica Bentley, ahora bajo control alemán, ha estado siempre muy implicada en la colaboración con marcas de lujo de otros segmentos de mercado y también con las empresas relojeras. La colaboración con Breitling, la empresa suiza que inventó el cronógrafo moderno, se remonta al año 2002 cuando le encargó un reloj específico para el Continental GT. La colaboración se ha mantenido hasta ahora y en abril ha presentado una nueva serie especial limitada de 25 unidades, el Breitling Premier B21 Chronograph Tourbillon 42.
Se trata de una reinterpretación de los relojes de pulsera Breitling de los años 40 del siglo XX. La caja, de 42 mm está fabricada en oro rojo de 18 quilates, los pulsadores del cronógrafo son rectangulares y la correa de piel de cocodrilo de color marrón. En la parte interior tiene un cristal zafiro transparente que permite ver el movimiento y puede llevar una esfera verde que es un homenaje a los clásicos coces británicos y a la competición. Su precio se sitúa n 49.000 euros.
